SILBIDOS ANTIPATRIÓTICOS

Estaba previsto que el fin de semana pasado hubiésemos asistido a la puesta en escena de unos actos que pretendían cuestionar la integridad del territorio español. Un grupo de personas organizadas llevaban tiempo (pronúnciese con acento texano) ‘trabajando en ello’.  Da igual que se hubiera votado mayoritariamente en referéndum, aunque fuese hace años, un texto que se opone a sus deseos, están empecinados en que de ese territorio desaparezca cualquier atisbo de jurisdicción española, que se pierda la soberanía sobre él, y terminarán por conseguirlo. El instrumento con el que los instigadores de dicho acto pretendían plantar negro sobre blanco tal desafección se podía conseguir por unos céntimos en cualquier tiendecilla. De hecho todos tenemos alguno en casa y los hemos usado desde que éramos niños. No, no es ese silbato en el que usted está pensando, lo que se necesita lo puede encontrar en la estantería de al lado, se llama bolígrafo. Un bolígrafo con el que John Kerry, el secretario de estado de los Estados Unidos, pensaba plasmar el protocolo de enmienda del Convenio Bilateral de Defensa de 1988, un acuerdo por el que, una vez firmado, la sevillana Morón de la Frontera, ozú my soul, se convertirá en la base permanente del USAFRICOM, el centro permanente de operaciones militares de Estados Unidos para África.

Los defensores de la pérdida de soberanía española habían aprobado ese acuerdo en Consejo de Ministros, no urgía, la verdad, pero querían dejarlo todo atado por sí, por una de estas, tienen que dejar en breve sus puestos.

No pudo ser porque mientras el señor Kerry visitaba Francia se cayó de su bicicleta, no conviene mezclar la política con el deporte, se partió el fémur y tuvo que cancelar la visita y la firma. Pero se terminará rubricando y Morón pasará de 850 a tener la posibilidad de albergar a 3.500 soldados USA, y eso a pesar de que hubo un referéndum en 1986 en el que se votó que, desde ese momento, se produciría una disminución progresiva de presencia militar de EEUU en España. Pero ese es el poder secesionista de los silbatos, un golpe de pulmón expelido por un secretario de estado  pone firmes a todos estos.  

Publicado en "El Norte de Castilla" el 04-06-2015