Si justo ahora me cruzase con algún colega de esos que tengo desentendidos del fútbol y le dijese que vengo de ver perder al Pucela, presupondría que un cierto malestar me corroería. Sería el momento de acordarme de Leño.
–No pienses que estoy muy triste. Hay maneras de perder como las hay de vivir.
Nunca gusta salir derrotado, pero dado que es inevitable que en ocasiones ocurra, mejor si llega por errar que por no atreverse. La de Almería fue de estas. El marcador final informa, los datos son los que son, pero no explica, no da cuenta de la sensación global que transmitió el encuentro.
El Pucela, pese a enfrentarse al líder, no se arredró, fue a por el partido y se mostró superior en casi todas las facetas del juego. Le llegó el gol. Con algo de fortuna, sí, pero tras una buena maniobra de Weissman, un desmarque de manual de esos que hay que enseñar a los niños en las escuelas de fútbol, que descolocó a tres zagueros. Superó también la segunda prueba, con el marcador a favor no se limitó a guardar el botín sino que perseveró en el empeño
atacante, porfió en marcar las directrices del juego. Entonces, en un par de acciones casi consecutivas, lo inesperado –que es lo más esperado en este juego– se presentó disfrazada de mala fortuna y mala decisión. La primera, unas molestias impidieron la continuidad de El Yamiq y tuvo que salir un Kiko Olivas que aún anda lejos de recordar al defensa que era antes de su larga lesión. La segunda, una entrada excesiva por más que sin aire de malintencionada, acarreó la expulsión de Plano. Quedó magullado el grupo con toda una segunda parte por delante.
Aun así, hubo grandeza. Y errores que la lastraron. Buena parte de las ocasiones rivales, las dos que produjeron los goles que dieron pie a la remontada, procedieron de fallos en la salida. Tal vez, ¡qué sé yo!, por cierta relajación, por un tomar aire una vez se disponía del balón; tal vez por pensar que salir garantiza llegar y despreocuparse en los pasos intermedios. La pérdida de balón de Plata, preámbulo del segundo, se produce tras una concatenación de decisiones erróneas. Repasar el vídeo le será de gran utilidad a este joven jugador.
Los tres puntos volaron, pero, volviendo a Leño, fue solamente despiste. Maneras de perder.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 21-11-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario