martes, 9 de agosto de 2022

SIN TERMINAR DE REPARTIR




Los días van siendo más cortos, pero apenas se percibe. Más que nada, porque habitualmente en esta parte del año suele ser tan aprovechable el día como la noche. Habitualmente, porque este año -y amenazan con que este es frío comparándolo los venideros- la calle se ha convertido en una bombilla: si la tocas cuando la luz está encendida, te quemas.

Y en estas, intempestivamente, cuando las aulas permanecerán aún cerradas más de un mes, cuando en la mayoría de los pueblos aguarda el cohete cuyo estruendo anuncia el arranque de las fiestas, aunque el cuerpo no lo pida, la liga de fútbol se hace presente. El tiempo de estricta preparación, la pretemporada, se da por concluida. Las próximas balas no serán de fogueo. Paradójicamente, permanecerá abierto el plazo en el que se puede modificar la composición de las plantillas. Empieza la partida sin que los entrenadores, Pacheta en lo que nos atañe, puedan haber visto todas las cartas de que dispondrán.   

Lo visto hasta ahora no da una perspectiva cabal de lo que puede ser este equipo una vez entrada la temporada, pero alguna pista deja y alguna duda asalta. La base del grupo radica en la plantilla con la que se ascendió, un grupo –entrenador incluido- conformado para Segunda. De hecho, tres de los asuntos noticiosos han sido que tres jugadores. Iván, Monchu y Plata, que ya estaban, bien que con cartel de cedidos, seguirán. Las otras dos noticias, la llegada de Asenjo y Escudero, son gratas por la ligazón de uno con el club y del otro con la tierra. Aportan veteranía y, si el físico se lo permite, fortalecerán el nivel del grupo. En espera de los últimos ajustes, me temo que el grupo se queda cualitativamente corto para la exigencia que habrá de enfrentar.

El factor Pacheta es seminuevo. Hemos asimilado su filosofía, hemos ido descubriendo sus puntos fuertes y los que lo son menos…, pero el reto al que se enfrenta, la Primera, es tan diferente que no podemos ni intuir las ideas de juego que manejará. Lo que tanto le escuchamos la temporada pasada sirve frente a equipos de menor nivel; sin embargo, ante los grandes, enormes y temerosos puede que se desvanezca lo de “mirar siempre para adelante” o lo de “si metemos el primero, buscaremos el segundo”.

Del fútbol visto en los partidos disputados, poco se puede extraer. No es el objetivo de la pretemporada mostrar sino interiorizar la idea, comprender cómo llevarla a la práctica y mecanizar determinados movimientos. En fin, engranar. Eso sí, que los últimos cuatro, los disputados ante rivales de mayor fuste, hayan concluido sin goles resulta sorprendente, pero no será premonitorio. No creamos que la defensa es inexpugnable ni nos alarmemos temiendo que esta delantera no será capaz de marcar gol alguno.

La pretemporada no ha sido muy estimulante, es cierto, en cualquier caso podemos quedarnos con una cita de ‘El indulto’,  película de J.L. Sáenz de Heredia basada en un relato de Emilia Pardo Bazán: “La felicidad no siempre viene con música alegre”.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 08-08-2022

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