Ibarrola |
Hace apenas un mes, una chica a la que imparto clases de apoyo me sugirió una reformulación de nuestro trabajo conjunto debido a que “he entrado a trabajar en…” y añadió un nombre que me resultaba absolutamente desconocido. Compartí con ella mi alegría, aunque “yo no sé qué es eso de…”. Ella, sonriendo entre complaciente y condescendiente, me puso al día, “es una pizzería, muy famosa e internacional”. Este fin de semana, antes de compartir un almuerzo, un amigo envió una foto, aderezada con un comentario jocoso referido a la marca del producto, de la vianda que aportaba. No lo pillé, “ahí ya me he perdido”, apunté. Tras explicarme el sentido irónico de la frase, tras aclararme que tal firma disponía de una tienda en la Plaza Mayor de Valladolid, me espetó, -también sonriendo entre complaciente y condescendiente-, “verás cuando cambies de siglo qué sorpresa”.
Mi cabeza, que trabaja por libre, separó los componentes de
la merecida pullita: el paso del tiempo en sí y las variaciones estéticas de
nuestro entorno derivadas de la modificación de la concentración del poder
económico que acarrea este discurrir del tiempo. De lo segundo, la imposición,
la economía manda, de una estética
homogeneizadora poco cabe decir: los que tiramos a viejos perdemos nuestros
referentes, nuestros hijos encuentran unos nuevos. Eso sí, cuando viajen a
cualquier lado, se sentirán como en casa.
Lo primero, lo del cambio de siglo, me recordó a aquellas
actitudes de sorpresa ante un hecho asociado al pasado remachada con “parece
mentira que en 2024 tal”. Siento que la limitada película de la historia que
ven nuestros ojos nos miente. En una época, en nuestro ámbito, de avance
general nos hemos revestido de un optimismo antropológico. De repente, el mundo
se inflama. Mafalda viene, de nuevo, a abofetearnos de realidad: “no es
necesario un análisis muy profundo para ver que desde el arco y la flecha hasta
los cohetes teledirigidos es sorprendente lo mucho que ha evolucionado la
técnica y deprimente lo poco que han cambiado las intenciones”.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 23-04-2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario