viernes, 28 de junio de 2019

COLES DE BRUSELAS

Tiempo atrás pasé una buena tarde de risas con un amigo que me contaba las vicisitudes de su primer encuentro-desencuentro con sus suegros. El caso es que estos últimos días, escuchando las idas y venidas, las curvas, rectas, recovecos y rincones de las distintas negociaciones abiertas para conformar los gobiernos de las instituciones en las que no hay una mayoría más o menos clara -y aun en estas, ¿verdad, Jesús Julio?-, me he acordado de la peripecia que relató mi amigo en aquella sobremesa.
Él, ¡qué tiempos!, se había enamorado. Elegir quién quieres que sea tu pareja es potestad de cada cual. Luego puede haber o no correspondencia. En este caso, la hubo. Ir a votar tiene matices similares. Cada quien con sus razones, razones que a veces la razón no entiende, pone la vista en un partido, lo elige, lo vota. Este, a posteriori, con sus actos, puede corresponderte o no. Es más, puede que ni tenga la posibilidad de corresponderte; si no pisa moqueta, la cosa se queda en un ‘ni sí, ni no’ en espera, largo se fía, en una nueva oportunidad.

viernes, 21 de junio de 2019

TE ACUERDAS DE ENTONCES CUANDO…


Puedes estar hablando con tu hijo y sacar a colación lo que hiciste aquel verano en que tenías su edad; escuchar el nombre de una ciudad y recuperar en tu imaginación aquellas vacaciones, las historias juveniles con un amigo que se fue a vivir allá, el fatal accidente de un compañero de estudios… Podemos estirar el catálogo de situaciones en las que giramos el cuello de la memoria para mirar hacia atrás hasta el infinito. Con demasiada frecuencia el pasado, ese pasado personal que nos arrebata del presente, extiende alguno de sus tentáculos con la intención de zancadillearnos. De esta forma, aunque no terminemos de caer, de frenar en seco nuestro caminar, durante un tiempo avanzamos a trompicones. 
La tentación, llegados estos casos, vive en un arriba que se llama Jorge Manrique, “cualquiera tiempo pasado fue mejor”. En general, casi ninguna etapa anterior lo fue, lo sabemos todos menos los miembros de aquellos grupúsculos sectarios, tanto da nacionalistas de uno u otro pelo o corrientes de un desvariado progresismo, que reclaman del pasado estados o escenarios ideales que nunca se dieron. Sabemos, digo, en cuanto la razón nos devuelve al presente, que esa idealización nos parece mejor que el hoy porque ese pasado una vez fue nuestro.

viernes, 14 de junio de 2019

DISTORSIONES FRENTE AL ESPEJO


Unos se pueden creer buenos, más que buenos o los mejores. Pueden incluso serlo. Si además, en su entorno les repiten una y otra vez -bien en confidencias, susurros que se tornan suaves caricias al oído, bien a coro en los happening de su organización, voces que se vuelven abono para el ego- que nadie como ellos; si dicho entorno, tanto da si convencidos de ello o haciendo como si lo estuvieran, juzgan como injusto, casi como una afrenta, que el resultado de unas elecciones no esté al nivel de dichos halagos, se corre el riesgo de pasarse de frenada, de no medir bien los resultados. Valladolid Toma la Palabra disfruta con su hermosura cuando se mira al espejo. Lo que, si no son capaces de actuar sustrayéndose de ello, puede abocarles a una larga travesía por el desierto porque la política no va de hermosuras, merecimientos ni bondades. Y aunque, visto lo visto en otros lares, obtuvo un buen resultado, perdió un concejal y su anterior socio ganó tres. Una realidad que le quitó la etiqueta de imprescindible para alcanzar una mayoría. La política es aritmética.

viernes, 7 de junio de 2019

COMO VINE, SE IRÁN

Se acerca el momento decisivo para agricultores de cereal y estudiantes de segundo de Bachillerato. Días de nervios;  la suerte, sin embargo, ya está echada. Falta la cosecha, el examen, pero nada saldrá de ahí que el curso no hubiera ido poco a poco narrando.
Los agricultores saben que su nota final será un rotundo suspenso, que la falta de agua primaveral agostó sus cultivos, que no van a recuperar ni el trabajo realizado. Cerrarán la campaña con un lamento y un ¡otro año será! a modo de triste consuelo.
Los estudiantes se encuentran enfrascados en lo que antaño llamábamos Selectividad o hincando codos preparando el asalto a una segunda vuelta de exámenes que les permita rematar lo pendiente. En uno u otro caso, anhelan cerrar una etapa y formarse profesionalmente mediante algún Grado Superior o abrir las puertas de la Universidad. Al margen de la cosecha de cada cual, los aspirantes de nuestra comunidad se quejan de que la prueba selectiva es aquí comparativamente más dura que realiza el estudiantado de otros territorios lo que merma su nota y con ella las posibilidades de elegir la titulación deseada.