El caballo se encabritó y tiró al suelo al
jinete. A resultas del golpe, el joven se rompió ambas piernas. Su
padre, ya anciano, maldecía su suerte. ¿Cómo iba a poder llevar a cabo
la inminente cosecha si a él le faltaban las fuerzas y su único hijo
estaba imposibilitado? Días después del accidente, el joven tuvo
noticias de que su país había declarado la guerra al vecino y que, por
edad, tendría que alistarse. Él, sin embargo, como consecuencia de las
lesiones, esquivaría la muerte en el campo de batalla. Estando en casa
celebrando su fortuna se le vino el tejado encima, falleciendo en ese
mismo instante. Al poco se supo que los gobiernos en contienda habían
firmado el armisticio antes del primer disparo.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.