jueves, 28 de septiembre de 2017

LA HABITACIÓN DE LOS DISTINGUIDOS

Imagen tomada de http://noticieros.televisa.com
Los espíritus acomplejados viven con la urgencia de sobresalir, como si lográndolo fueran a imponerse a su propia psicosis. Cuando lo consiguen, necesitan echarlo en cara -¿veis?, parecen preguntarnos-, como si el resto de los mortales fuésemos conscientes de esa tensión que les generan sus propios fantasmas. Vemos, sí, pero no damos tanta importancia a ese hecho del que nuestros protagonistas presumen ufanos. Si el asunto acabase aquí, habríamos derribado ese artificioso edificio. El acomplejado no podría permitirlo y daría un paso más. Necesita medirse y para ello qué mejor que utilizar el metro del reconocimiento ajeno. Soy bueno porque se me valora, porque el jefe me ha puesto una medallita o un pin de colorines, porque pinto algo.

lunes, 25 de septiembre de 2017

NO ME VEAS

Foto: El Norte de Castilla
De repente, sin haberlo previsto, por una irresponsabilidad, te ves imposibilitado para realizar la labor que tenías encomendada.  Con ello, el resto de las personas que comparten objetivo contigo se ven obligadas a multiplicar su tarea: han de realizar la que les corresponde y una parte alícuota de aquella en la que tú te desempeñabas. Entonces, lo más probable es que no se llegue a buen fin -si ya es difícil completar lo propio…-, te culpabilizas y te llevas las manos a esa cabeza por la que le rondan mil preguntas, que recrea imaginariamente la situación intentando corregir en la ficción el error producido en la realidad. Las frases en condicional se encadenan: si no hubiera dicho, si no hubiera entrado al trapo, si hubiera cerrado la puerta, si no hubiera cogido el coche, si no hubiera empezado a fumar, si, si, si…  Pero ya es tarde, a esta hora ya sabes que no hay remedio.
El árbitro, con su código de tarjetas de colores, ha ordenado a Michel que abandone el campo. Como los salmones, el Pucela nadaba contracorriente intentando llegar a la portería rival para desovar. Ahora, por una niñería, tendrá que hacerlo sangrando tras haber perdido una de sus aletas. El centrocampista se tapa la cara. Podría parecer que no quiere mirar, en realidad es un resorte instintivo tan infantil como la actitud previa que acarreó el castigo: se tapa la cara para esconderse pensando que si él no ve, los demás tampoco lo ven a él.   

jueves, 21 de septiembre de 2017

CUANDO DICE QUE SE VA

Imagen tomada de www.intangiblesydeporte.com
Cuando creemos que algo se está produciendo, es que ya se ha producido. Lo que vemos en ese tiempo que llamamos ‘presente’ no es sino la constatación de que lo sustantivo ya ha ocurrido. A partir de ese momento en que la realidad se muestra palmaria, podemos estar seguros de que la transformación se había venido fraguando desde mucho antes. Dejar de fumar cuando el diagnóstico es irrefutable poco soluciona.

viernes, 15 de septiembre de 2017

LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN

Mi madre, como tantas de su generación, trabajaba más horas de las que tenía el día. A esas mujeres y a sus maridos, les debemos casi todo lo bueno que ha ocurrido en este país. Más allá de relatos sobre el franquismo y la transición, lo cierto es que es al esfuerzo sin límite de esas generaciones al que debemos el progreso que las camadas siguientes hemos podido disfrutar. Pero ese esfuerzo pudo haber sido baldío si no hubiera estado acompañado de una visión absolutamente certera del futuro que venía y ellas, aquí sobre todo ellas, demostraron su tino. Supieron hacernos ver que ese esfuerzo tenía que tener continuidad por nuestra parte y, sobre todo, que había que ponerlo en valor estudiando. No necesitábamos más motivación porque nos lo habían inculcado a sangre y fuego: estudiar era el camino. Para que así fuera, estaban dispuestas a hacer lo que fuese y durante las horas que fuesen necesarias. Lo consiguieron y aquí, mal que bien, estamos.

lunes, 11 de septiembre de 2017

PARTIDO DE PARTIDOS

El Pucela se impuso en los entretiempos en los que los leoneses tomaban oxígeno.Hubo tiempo para el disgusto y la desilusión; lo hubo para la alegría y el regocijo.


El objetivo casi siempre parece claro. Lo verdaderamente difícil es dilucidar primero y recorrer después el camino para llegar a él. Por eso es tan fácil la realización de discursos que se centren en lo primero y un sutil mutis por el foro del propio orador cuando de lo segundo se trata. De esto han hecho arte los políticos y los publicistas, valga la redundancia, de prometer un paraíso si les votas o les compras el producto sin abordar cómo vamos a trazar la vereda ni cómo sortearemos las miles de piedras que siempre aparecen en el camino. Claro, decir que lograr algo costará esfuerzo –que incluso ese esfuerzo puede ser infructuoso- no entra en ningún plan de comunicación. Pero nada hay que merezca la pena que antes no haya costado. No es, como dice el refranero, que entre el dicho y el hecho haya mucho trecho. Es que una sociedad que no quiera pasar por infantilizada desea conocer el trecho para admitir como válido el dicho. 

lunes, 4 de septiembre de 2017

La visión del cuerpo completo nos permite, a primera vista, intuir una cierta tensión entre sus partes. Parece que las piernas hablan de una cosa; mientras los ojos, a la par, se empeñan en contradecirlas y lanzan un mensaje completamente opuesto. Las primeras, según van sintiendo que se doblan, se afanan en evitar la caída, en volverse a erguir. Los segundos, elevados, como ausentes, siguen mirando al frente como si el resto del cuerpo estuviera en plena disposición de ejecutar las órdenes que, auspiciado por esa visión, el cerebro se empeña en enviar.