Corría sorprendiendo el verano de 2008. La selección no volvía a casa tras los cuartos de la Eurocopa. Caía Italia. Teléfono. Juan, ¿lo has visto? Negué. Caía Rusia. De nuevo el teléfono, de nuevo Juan. De nuevo negué. Pues -apostilló- la final la vemos juntos. Alemania esperaba. El bestia, el chicarrón, miraba a los Iniesta y demás, poca cosa ellos, por encima del hombro. Hasta que llegó el gol de Torres. Juan, si la cosa acaba así, tengo una idea para escribir. Es buena, escríbela y busca que te lo publiquen.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.
miércoles, 4 de enero de 2023
CLARO QUE ME ATREVO
Corría doliendo el verano de 2008. Deambulaba perdido, arrastrando
mi inadaptación por un mundo que quería entender porque no comprendía, que
tampoco me entendía a mí. Tal vez buscando en el azar un poco de luz al doblar
alguna esquina. Tal vez esperando, sin más, que el tiempo ejerciera de
linimento. Buscando siquiera un poco de aprecio, un sitio, un lugar en el
mundo. Un puñetazo en el mentón me había noqueado. No es que no lo esperase, en realidad no
quedaba más remedio. Y decidimos separarnos.
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