lunes, 7 de marzo de 2016

FALTA DE TENSIÓN

El papel lo soporta todo. Sobre un folio puede defenderse una cosa y su opuesta de forma tan brillante que, tras su lectura, podemos compartir una teoría y su contraria. En cada uno de ellos, sin embargo, más allá de lo que aparece escrito, viven escondidos otros significados, otras lecturas que desvelan secretos ocultos incluso para el propio autor. En esa segunda lectura se desnuda el texto privándole de su ropaje retórico para exhibir cada uno de los materiales que forman el vestido. Para ello, se toma un texto, se separan las partes que lo forman, se estudia cada una de ellas y se recompone uno nuevo que desvela otro significado. El objetivo es encontrar lo que se esconde debajo del papel. En el ámbito filosófico, esta práctica de nudismo conceptual recibe el nombre de deconstrucción. Este término ha encontrado su protagonismo en la gastronomía, aquí también deconstruir es separar los ingredientes con que se prepara un plato para, posteriormente, combinarlos de otra forma. Quienes han escuchado esta semana las intervenciones de los líderes políticos en los debates de no investidura tienen material suficiente para una desconstrucción profunda o para una mucho más liviana, de esas que se limitan a descifrar qué quieren decir cuando dicen lo que dicen.