lunes, 2 de noviembre de 2009

El dueño de las llaves, el guardián de los secretos

En la segunda mitad de los ochenta, los que aún eran niños pudieron seguir una serie de animación en la única televisión que por entonces emitía. Dicha serie popularizó a un personaje: el Amo del Calabozo, el tutor de los protagonistas, el encargado de mantener el equilibrio aunque para ello no siempre hiciese lo que le pedían sino lo que entendía como más conveniente. Él era quien hablaba con todos y a cada cual le daba los consejos o recomendaciones pertinentes, era quien escuchaba los lamentos, ponía oídos a las dudas, atemperaba los enfados y reducía los calentones.