Al refranero, como a los economistas, conviene hacerle más caso cuando explican lo que ha ocurrido que cuando se aventuran a pronosticar lo que está por venir. En el caso de los economistas, porque sus predicciones están lastradas por el pasado. Al ser imposible tener en cuenta todos los factores que afectan al desarrollo económico de una sociedad o de una empresa, suelen desechar los que no han ocurrido últimamente, pero, como siempre hay algún detalle con que el futuro nos sorprende y que se escapa en sus análisis apriorísticos, la realidad y el estudio no suelen coincidir.
Blog sin más pretensión que la de poner un poco de orden en mi cabeza. Irán apareciendo los artículos que vaya publicando en diversos medios de comunicación y algunas reflexiones tomadas a vuelapluma. Aprovecharé para recopilar artículos publicados tiempo atrás.