Por julio de 2012, el recién estrenado gobierno presidido por Mariano suspendió
el abono de la paga extra de diciembre a los empleados públicos. La razón
esgrimida se puede resumir en que la situación económica del estado era pésima
ya que el déficit era superior al permitido y la deuda pública crecía como la
mala hierba. De paso, ya digo que acababan de llegar, plasmaban la desastrosa
herencia recibida del gobierno anterior. Rajoy, casi con lágrimas en los ojos,
explicaba que todo lo hacía en contra de su propia voluntad.