lunes, 25 de agosto de 2008

LO SERIO Y LO QUE SOLO LO PARECE

Concluye la pretemporada, ya se avista el comienzo de la Liga. Mala noticia porque, de la misma forma que las golondrinas avisan de la llegada de la primavera, la competición oficial llega a la par que el otoño. Los 10 goles en dos partidos del Real Valladolid, como aquella chica que algún verano conocimos, son ya una foto añeja, un regusto placentero, una nebulosa atropellada por el día a día que se impone. Una realidad que se puede afrontar con esperanza o con miedo, con ilusión o con nostalgia, haciéndonos dueños de nuestro futuro o llorando ante la foto de aquella muchacha.

viernes, 8 de agosto de 2008

LA CALLE ES DE TODOS

Lejanos aquellos días de “la calle es mía” hoy queremos reivindicar la calle como espacio de convivencia, como escenario de encuentro. Hoy, nuestras ciudades, están invadidas por el coche -un instrumento útil transmutado en icono de la postmodernidad- desde su diseño hasta las principales decisiones sobre ordenamiento urbano. Se piensa a partir del coche y quedan pocas alternativas para el resto que se limitan a sufrir sus consecuencias. El coche, tras 30 años de abuso, monopoliza el espacio urbano, eleva el nivel de ruido ambiental, empeora la calidad del aire y supone un riesgo directo para la vida a causa de los accidentes. Paradójicamente la mayoría de los desplazamientos urbanos no se realizan en coche, sin embargo todo está organizado para su uso exclusivo. Además esta imposición es de los más fuertes sobre los más débiles: de personas sanas entre 18 y 65 años hacia personas mayores, menores de 18 años o con algún grado de discapacidad (los más propensos, además, a sufrir las negativas consecuencias para la salud del uso indiscriminado del vehículo privado). Ante este conflicto Calles para Todos ofrece una solución basada en la reducción del uso del coche y quiere abrir un debate que conlleve una reasignación del espacio urbano primando soluciones alternativas para la movilidad. Es un desafío, un guante lanzado al aire que recogemos las personas y colectivos que pretendemos abrir un espacio de reflexión. Somos conscientes de los daños que provoca el actual modelo sobre nuestras vidas -duración y calidad- y estamos dispuestos a hacer ese llamamiento dentro del marco de esta Semana Europea de la Movilidad. Una semana es poco tiempo para la reflexión y un día sin coches es una gota de agua en el océano pero queremos asirnos al valor simbólico para trascender hacia lo cotidiano. Desde aquí, quienes suscribimos, nos comprometemos a trabajar para que se implanten medidas permanentes que permitan una movilidad basada en criterios que defiendan la salud de las personas y del planeta, que se fundamente en el interés público y que partan desde la ordenación del territorio urbano.