domingo, 18 de diciembre de 2011

El año que viene el 'Timei A'


Valladolid presume de ciudad cinéfila pero rara vez vez ha sido elegida como escenario en el que se desarrolle alguna película. Uno de los pocos casos en que podemos reconocer las calles de nuestra ciudad en una pantalla de cine lo tenemos en 'Hola, ¿estás sola?', la cinta con la que Icíar Bollaín debutó detrás de la cámara. Y como si se tratase de una recreación de lo que ocurre en la realidad, Valladolid es el escenario del que se parte, la ciudad de la que salen dos chicas de apenas veinte años que huyen del pasado sin destino preciso. Candela Peña (Trini) y Silke (la Niña) son dos mujeres desarraigadas y, como tales, expuestas al albur del viento. Una de las ventoleras las lleva a la Costa del Sol y allí encuentran trabajo como animadoras en un hotel. Trini, menos ilustrada pero con más desparpajo, organiza un juego alrededor de una piscina. Divide a los 'guiris' en dos grupos, al primero, los de su derecha, les dice: «Vosotros sois el equipo A». Mirando las caras de los turistas comprende que no le han entendido nada y pregunta a su amiga: «¿Cómo se dice esto en inglés?». «Tim ei» [Team A]. Solucionado el conflicto lingüístico, Trini se yergue orgullosa y vuelve a dirigirse, uno tras otro, a ambos grupos «los de este lado sois el 'timei A' y los de este otro el 'timei B'».

lunes, 12 de diciembre de 2011

PUCELA Y PUCELITA

A Nancy no se le quitaba la cara de asombro. Había llegado a Sevilla con la intención de recoger la información pertinente para realizar su tesis sobre el folclore hispano. Allí, en cada paseo, se topaba con un suceso imcomprensible para ella, con otro motivo para la sorpresa. Cuando no era una reacción imprevista de un lugareño por lo que ella decía, era su incapacidad de comprender lo que le contaban. El caso es que su castellano académico chocaba como mosca contra el cristal con el que se hablaba en la calle. Supimos todo eso tras leer las diez cartas que envió a su prima Betsy, de Pennsylvania y que recopiló Ramón J. Sénder.


En una de ellas podemos leer que Mrs. Adams, una de sus profesoras en los años de Bachillerato y ahora jubilada, también se encuentra en Sevilla y sufre el mismo problema con el lenguaje. Ella, una mujer muy religiosa, visita una excavación arqueológica en la que, entre otras muchas cosas, se podía ver una estatua de Hércules en miniatura. Al terminar se dirije ufana al guía para contarle lo maravillosa que ha sido la excursión y remata diciendo que, sin duda, el momento de mayor disfrute se produjo cuando le enseñaron «Herculito». Huelga decir que provocó la carcajada de sus acompañantes.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Los duelistas


Se retaron a duelo en aquellos mejores días por un quítame aquellas pajas, dos decenios han pasado desde entonces. Hoy tienen su domicilio en la Segunda División, pero como en el escalafón del fútbol pesan los galones, ambos lucen el grado de oficiales y el respeto -que no miedo- de los oponentes. Aunque sobre todo comparten la mutua necesidad de mantener viva una vieja rivalidad que esconde la degradación bajo una mano de nostalgia
El Pucela y el 'Dépor', aunque nunca dejaron de pelearse, jamás se hicieron daño real. Simplemente se cruzaban por el camino, la culpa es tuya, empezaste tú, apelaban a su honor y se revivía el duelo. Una y otra vez, ahora en liga, ahora en copa; otrora en lo alto, hoy con ganas de volver. Siempre buscándose, eternamente apelando a la muerte para sentir que aún la vida fluye. Cuando Joseph Conrad publicó 'Los duelistas' utilizó lo que aún era casi reciente historia, las guerras napoleónicas, para contar el duelo entre los tenientes Feraud y D'Hubert. Nadie recordaba el origen de la disputa, pero todos conocían la rivalidad y en el fondo les envidiaban porque habían encontrado un motivo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Qué es Pucela? Me preguntas

El chaval caminaba sobre los acantilados en los que el mar golpeaba produciendo sonidos como de viejo con carraspera. Había salido, sin más, a dar un paseo. Andaba pausado, tratando de aspirar todo el oxígeno que el reflujo del mar traía consigo, tropezó por no mirar al suelo. Al agacharse pudo ver que no era una piedra sino un libro el objeto que a punto estuvo de enviarle al suelo. Miró la tapa. Química. Lo abrió por una página indeterminada, leyó, nitrato de plomo, y levantó la cabeza. La agachó de nuevo, pasó de golpe un puñado de hojas y volvió a leer, nitrato de cobre. Repitió la operación una vez, nitrato de plata, y otra, nitrato de hierro. Cerró de golpe el libro y lo lanzó al agua. «Si no trata de nada, vaya mierda de libro». Imagino que leer el acta que haya podido escribir el árbitro produce una impresión semejante. Goles, ni trato; tarjetas, ni trato; incidencias, ni trato. Si en vez de por el acta, el juicio se realiza tras haber visto el partido, deja de ser impresión para convertirse en constatación: el partido fue para los amantes del fútbol lo que una película de Ozores para la Seminci.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Sisi 'El Niño' y los Rustlers

Le falta el pañuelo al cuello y el sombrero polvoriento, pero tiene la misma cara de niño. Nuestro protagonistas provenían de una región depauperada y tuvieron que buscar fortuna en tierras, si no más fértiles, sí más prosperas. Se hicieron hombres mucho antes de lo que era habitual en sus épocas, al fin y al cabo eran muchos los jínetes que galopaban por las praderas en las que se desarrollaban su vidas y solo unos pocos lograban sobrevivir.

Billy murió, eso cuentan, sin llegar a la veintena, escaso tiempo para cualquiera, pero suficiente para que él forjase una leyenda. Sisi 'el Niño' también vive deprisa y ha tenido que cambiar de domicilio y hasta de identidad -Sisinio indica ahora su camiseta- pero ya es el jefe de la banda en el doble sentido del término. Tomando la primera acepción, podemos decir que suya es la parte de la pradera que limita a su izquierda con el límite del campo aunque eso no evita, no hay ley ni esquema táctico que le coarte, que haga incursiones en territorio ajeno. Tomando la segunda, vemos que es el alma del equipo, el entusiasmo contagioso, el chorro de gasolina que, a mayores, entra en los cilindros del motor del Valladolid, un vehículo que tiene una peligrosa tendencia a moverse al ralentí. Un equipo que funciona con las mismas pautas que los Rustlers, cuando dormitan, Sisi da cuatro voces en forma de ejemplo y los demás siguen el ritmo o mueren entre cactus. 

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿En qué idioma hablan?

Un paisano se encuentra perdido en el aeropuerto de Londres. Había tenido que acudir a la capital del Reino Unido debido al fallecimiento de un familiar. Consigue encontrar la salida y monta en un taxi. Ya dentro del coche, saca una hoja del bolsillo de su chaqueta y con un tono elevado silabea dirigiéndose al conductor: 'TRA-FAL-GAR-ES-CUA-RE'. El taxista, con el mismo tono y el mismo ritmo, le responde: «allá vamos». Durante el trayecto, el paisano va soltando la lengua y cuenta al taxista la razón de su viaje. Que si ha muerto el hijo de una prima carnal viuda, que si he tenido que sacar el billete de un día para otro, que si estuve a punto de no llegar a tiempo porque me perdí en Valladolid. El conductor, insisto, todo a voz en grito y con una estruendoso silencio entre sílaba y sílaba, pregunta ¿de dónde es usted? y se produce el siguiente dialogo:
-De Peñafiel, ¿y usted?
-De Madrigal de las Altas Torres. ¿Lo conoce?
-Claro... pero, ahora que lo pienso, si los dos somos españoles ¿qué hacemos hablando en inglés?

lunes, 7 de noviembre de 2011

Viaje en pos de un deseo


Tres chavales belgas han decidido ponerse el mundo por montera. Como a Julio Iglesias, les gustan las mujeres y les gusta el vino. Aunque en esto se diferencian del cantante, que abusaba del segundo para olvidar a las primeras, ellos nunca tuvieron la posibilidad de borrar el recuerdo de ninguna mujer por el simple hecho de que jamás ninguna saltó del plano del deseo al terreno de la realidad. Para remediar tal situación organizan una excursión por España con el sueño de dejar aquí su virginidad. Nada les arredra, ni siquiera las dificultades que por añadidura tienen por el hecho de ser ciego, el uno; con problemas de movilidad, el segundo, o con la necesidad de utilizar una silla de ruedas, el tercero. Podrían llamarse Nafti, Víctor Pérez u Óscar.

viernes, 28 de octubre de 2011

Fermín Cacho: «Siempre habrá dopaje, pero en España se pasan muchos controles»

Fermín Cacho. Exatleta, campeón olímpico de 1.500 metros



Un instante es el tiempo que se tarda en cruzar una frontera, lo verdaderamente duro es llegar a ella. Si la frontera es temporal, lo difícil es saber que la estamos cruzando. Ese instante puede separar un antes y un después claramente definidos, un instante que puede quedar en la memoria colectiva guardado toda la vida y solo después somos conscientes de su significado. El deporte español, que tantos éxitos cosecha ahora, no había salido del tercermundismo salvo por la irrupción de algunos pioneros hasta que llegaron los Juegos Olímpicos de Barcelona. Se había creado una estructura y se empezaron a recoger los frutos; lo que hoy vivimos es consecuencia de aquel trabajo. Una imagen simboliza el paso de esa barrera, la que separa el deporte de ayer y el de hoy, el paso de una España anquilosada a otra que, a pesar de las crisis, idas y venidas, de mejores y peores situaciones, hoy está englobada en la élite del deporte: Fermín Cacho elevando las manos al cielo tras conseguir la medalla de oro en la prueba reina del atletismo, el 1.500.
Fermín escucha la narración de TVE y se emociona. «Ufff, la veo y la tengo siempre en el recuerdo, la he visto muchísimas veces». Esos tres minutos y medio marcan la linde del deporte en España.
Es cierto pero se veía venir. La primera medalla en 1.500 fue la de José Manuel Abascal en Los Ángeles, luego José Luis González fue segundo en el Mundial. Pero el cambio llegó cuando en octubre de 1986 Barcelona fue elegida como sede de los JJOO. Hubo un cambio estructural que sirvió para sentar las bases de lo que es el deporte de hoy.
Los que tenemos una edad recordamos a Pilar Fernández o a Mariano Haro, ellos nunca tuvieron esa relevancia de puertas afuera, aunque aquí fueran considerados héroes. En algún momento tuvo que haber un cambio de mentalidad.
España venía de acoger el Mundial de fútbol del 82 que había sido un fracaso deportivo y cuyo nivel organizativo no pasó de regular. Se presentó una segunda oportunidad de organizar un gran evento deportivo y no se podía fallar, se quería borrar esa imagen. Todo el mundo, instituciones y empresas privadas se pusieron manos a la obra, se creó el Plan ADO, se creyó que España podía estar en lo más alto del deporte y esa mentalidad se traspasó a los deportistas. Se consiguieron 21 medallas, se recuperó la autoestima y se ofreció una imagen que no se había dado diez años antes. La creación del ADO fue muy positiva, los deportistas 'amateur', que siguen siendo 'amateur', podían dedicar horas a la preparación, podían pensar solo en los JJOO sin la doble obligación de trabajar y entrenar. Fue una de las claves.
-Toda su carrera se circunscribe al 1.500, ¿qué tiene para ser tan bella? ¿Por qué tiene ese poder de seducción?
-Es una prueba que, sin ser larga, incluye el estudio de los rivales, exige resistencia y velocidad, necesitas concentración, es básica la estrategia, aunque a veces hay que modificarla sobre la marcha. Los ingleses la hicieron muy grande en los años anteriores, en España es una prueba de gran tradición..
-Abascal era el método, y José Luis González, el talento, ¿dónde encuadramos a Fermín Cacho?
-Siempre he tratado de ser yo mismo e intentar superar sus títulos. Lo cierto es que González era el Curro Romero del 1.500. Abascal siempre estaba en las finales, en la lucha por las medallas. Pero nunca me fijé en otros atletas.
-Damos un paso atrás. Vamos a Ágreda, ¿cuándo y cómo se engancha al atletismo un niño de un pueblo de Soria?
-Ágreda es un pueblo pequeño y lo primero que tenías al salir del colegio era un balón de fútbol, pero en 7º de EGB (13 años) el colegio se apuntó a los juegos escolares, gané la prueba de selección y representé al colegio, gané una prueba comarcal, la provincial y fui tercero de la comunidad. Mi afición era el fútbol, compaginaba ambas cosas. Cuando acababa la temporada de cros jugaba al futbol, eso duró un año. Llegó entonces Enrique Pascual Oliva, mi entrenador de siempre, me había visto el año anterior y empezamos a trabajar juntos. Entrenaba un par de días a la semana con él, me llevaba a un sitio y a otro, me dijo que para llegar al futbol había que estar en un gran equipo, desgraciadamente el Numancia estaba en Tercera División, y que en el atletismo tenía posibilidades porque era luchar contra mí mismo y contra un reloj. Poco a poco me fue convenciendo. Después de dos años en Ágreda, se tuvo que ir a Soria, me fui con él, viví dos años en el colegio Gaya Nuño estudiando, y a partir de la temporada 87-88 (júnior de tercer año), Abel Antón vino de Zaragoza a entrenar a Soria y me llevó a vivir a casa con sus padres. Ahí empezó todo.
-¿El 1.500 le encontró o usted encontró al 1.500?
-Yo vengo de arriba, mis entrenamientos eran de fondo, pero tenía una cualidad innata, la explosividad. Enrique vio las cualidades que tenía y a partir del segundo año de júnior decidimos que la prueba ideal era la de 1.500. Ese año fui al Europeo júnior de Birminghan y quedé penúltimo en la final. Me dije o los demás son muy buenos o yo soy muy malo, pero no me vine abajo, aprendí a dominar la prueba y en el Mundial del año siguiente quedé segundo
-Su éxito más sonoro fue con 23 años. En cinco pasa de ser último en un Europeo júnior a campeón olímpico. La progresión fue brutal.
-En el medio hubo muchas cosas. En el 89 fui campeón de España, el mismo año debuté en la Copa del Mundo, en el 90 cumplí la mili, pero llegué a ser subcampeón de Europa de pista cubierta y, curiosamente, penúltimo al aire libre. En el 91 ya fui subcampeón del mundo pista cubierta y quinto del mundial de Tokio. Los JJOO eran la meta y ese quinto puesto fue un trampolín.
Rivales
-Tras Barcelona sigue consiguiendo éxitos, pero el oro se le resiste, excepto en un campeonato de Europa. ¿Piensa que su carrera pudo ser aún mejor?
-Cuando terminaba una competición sabía que lo había dado todo y salía con la cabeza bien alta, en ese sentido estoy tranquilo, aunque es cierto que siempre se resistió el oro, sobre todo en Mundiales. En los JJOO de Atlanta quedé subcampeón y le doy mucho valor por una circunstancia desgraciada que no puedes controlar, la caída de El Gerrouj a falta de 400 metros. Tuve que saltarle, Morcelli se fue y ya no pude alcanzarle. No sé si hubiera ganado esa carrera, aunque sí que me encontraba muy bien. Lo que tengo claro es que Morcelli no hubiera ganado el oro, estaba entre El Gerrouj y yo.
-¿Qué recuerdos tiene de esos dos grandes rivales con los que tuvo que competir tantas veces?
-Muy buena con ellos y con todos. En la pista todos queríamos ganar, pero fuera éramos amigos. Con ellos dos tuve y tengo muy buena relación. Luchábamos juntos para que el atletismo tuviera más seguidores. Nos vemos en muchas competiciones, comemos y cenamos juntos, es agradable volver a verlos.
-En atletismo, los mundiales y los JJOO tienen un nivel deportivo similar. ¿Hay alguna diferencia en cómo se viven? ¿Saben distinto los triunfos?
-Sí, por varios motivos. En los JJOO convives con otros deportistas que ves cada cuatro años y a lo mejor ni eso&hellip hay un ambiente especial, es la fiesta del deporte reunida en 21 días. Además, por ser cada cuatro años el riesgo es mayor, un mal mundial tiene revancha, pero en los JJOO es muy complicado, a lo mejor no hay remedio. En mi caso la revancha de Atlanta pudo ser Atenas, pero tuve una lesión en el tendón de Aquiles. Podía haber ido, pero no estaba para luchar por las medallas, preferí no ir.
-Aún era joven para competir en pruebas de medio fondo y de fondo, pero ya vislumbraba el final. ¿Cómo y cuándo se plantea que el atletismo se acaba?
-Además de lo que acabo de decir de Atenas, se acumularon otras circunstancias. En 2002, mientras preparaba el Europeo, tuve una meningitis y dije: «Se acabó el deporte profesional». Quise seguir trabajando para el atletismo y para el deporte, pero desde otras facetas, dedicar más tiempo a mi mujer y a mis hijas, no me vino grande el cambio, siempre supe que esto llegaría por lesión, enfermedad o ley de vida.
-Hay una persona trascendental en el atletismo español de los últimos decenios, el presidente de la Federación, José María Odriozola. ¿Cómo fue su relación con él? ¿Qué análisis hace de sus muchos años de mandato?
-Mi relación siempre ha sido buena, pero en tantos años ha habido tiempo para todo. Ahora es cordial. Creo que ha generado muchos recursos para su deporte, ama el atletismo y quiere controlar todo. Es cierto que en el último Mundial ha habido malos resultados, pero eso es responsabilidad de los atletas. Ahora hay un debate abierto, creo que hay que mirar todo lo que ha hecho, estamos pasando unos malos años después de unos buenos 90.Es un problema generacional y poco puede hacer un presidente, los triunfos y los fracasos son de los atletas.
Política
-Cuando deja el atletismo, se va de Soria, la cambia por Andalucía y entra en el mundo de la política. Muchos cambios a la vez.
-En 2003, mi mujer trabajaba de maestra en Soria, estaba en comisión de servicios. Se tenía que incorporar en Andújar y yo había dejado el deporte profesional, pensé, llevo 35 viviendo en Soria, los otros 35 nos vamos a tu tierra. En Andújar me ofrecieron la posibilidad de estar como independiente en la lista del PSOE. Creía que en el ámbito del deporte podía hacer muchas cosas y me animé: no tengo ambiciones políticas, fue una etapa de ocho años en la que hice lo que pude. Otros atletas hicieron lo mismo, aunque todos ellos en el PP, pero en esto no hay rivalidad. Ni nos hacía peores amigos ni nada parecido. Todos buscábamos hacer lo mejor posible en la ciudad en la que estábamos.
-No podemos terminar sin hablar de una lacra de la que el atletismo tampoco escapa: el dopaje. ¿Hay riesgo de que se pierda, si no se ha perdido ya, el espíritu de competición sana? ¿Vale todo para ganar?
-Ha existido, existe y existirá. España es el país europeo que hace pasar más controles a sus deportistas. La mala fama viene de los franceses, porque nuestro nivel es superior. No niego que algunos den positivo pero hay una normativa clara, luego cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero que acarree con sus consecuencias. No tenemos más positivos que otros, pero nosotros mismos nos damos palos y facilitamos que desde fuera nos den más. En EE UU se ha dado el caso en una de sus mejores baloncestistas y nadie ha dicho nada. Aquí hay mucho control, aunque algunos sigan arriesgándose. La Operación Galgo, si la juez dice esto ahora, ¿qué significa? ¿Qué la Guardia Civil no tiene ni idea de lo que hacía? ¿Que ha sido una trama para ver lo que pasaba?
Palabra del mejor atleta español de la historia.
Publicado en "El Norte de Castilla" el 28-10-2011

miércoles, 26 de octubre de 2011

En tren o volando

No son pocas las tardes de julio en las que nos sentamos en el sofá esperando ver una etapa épica del Tour de Francia. Una de esas cuyo perfil impresiona y en la que diversos corredores pueden asaltar la gloria máxima en su deporte. Los ciclistas con posibilidades repiten con insistencia que atacarán en cuanto vean la más remota posibilidad.
En casi todas ellas las expectativas sepultan a lo que después acontece. Al final, el que iba segundo prefirió no lanzar el ataque porque desconfiaba de sus fuerzas y temía perder su valiosa posición, el tercero no quiso poner en peligro su plaza en el podium, el cuarto defendía su mejor clasificación en la historia y así sucesivamente.

domingo, 23 de octubre de 2011

Llegó un amigo

La afición del Pucela dice con sus palmas que es mejor caer en gracia que ser gracioso.


Se tuvo que hacer un nombre como actor en la vecina Francia. De hecho, apenas tuvimos noticias de Sergi López hasta bien superada la treintena cuando llegó a las pantallas españolas una película que, previamente, había seducido a millones de espectadores allende los Pirineos: 'Harry, un amigo que os quiere'.
Sergi López muestra su valía interpretativa dando vida a este complejo personaje, es capaz de impregnar de grises la personalidad de Harry, un hombre candoroso, simpático y bonachón y a la vez inquietante; un tipo que puede ser cercano y distante en el mismo fotograma. Harry irrumpe de sopetón en la vida de Claire y Michael. En los años de instituto fue compañero de este último, uno de esos que apenas perduran en algún recoveco de su memoria. Pero el sentimiento del protagonista es otro bien distinto, Harry admira con devoción a Michael. Para él, cada instante que pasaron juntos está anclado en sus mejores recuerdos.

domingo, 16 de octubre de 2011

Kitty Manucho



Su padre nunca estuvo, su madre respondía con un frío y escueto 'murió' cuando le preguntaba por él. Al poco su madre dejó de estar, un coche se la llevó por delante. Sin raíces, Marco Stanley Fogg deambulaba por la vida 'tutelado' por su tío Víctor, un ser tan perdido como él, clarinetista de tercera, aspirante a músico célebre, un hombre que intentó, con tan buena voluntad como escasa capacidad, cubrir el hueco afectivo que se había abierto en la vida de Marco. El propio nombre del protagonista incide en ese exilio interior al evocar a tres personajes en constante peregrinaje: Marco, por el navegante veneciano; Stanley, por el explorador y periodista de origen británico, y Fogg, un contracción del apellido original de sus antepasados a la que se llega por la desidia de un funcionario de aduanas, apellido idéntico al del protagonista de la novela de Verne 'La vuelta al mundo en ochenta días'.
En solo ocho, el Real Valladolid ha dado la vuelta a España por activa, de norte a sur, pasiva, de sur a norte, y perifrástica, pero ni ha comerciado con especias, ni ha encontrado a su doctor Livingstone. Ha vuelto a casa enrojecido, además de eliminado de la Copa y sin terminar de saber quién es en la liga. A veces ofrece momentos esperanzadores, como el M. S. Fogg adolescente. Otras parece que ha tomado la decisión de abandonarse a sí mismo esperando una muerte por inanición como cuando se acaban sus recursos económicos y ya no tiene a su lado a Víctor. Pero, de repente, cuando todo parece indefectiblemente perdido, aparece en el último instante Kitty Wu, rearma al protagonista que, en sus brazos, encuentra la fuerza suficiente para seguir deambulando.

lunes, 10 de octubre de 2011

Cuentos marroquíes

Digamos que sucedió cuando ya no lo esperaba, por eso el gol gritado salió de mi boca con más contundencia, con más rabia, sonó más alto. Un instante después todos cantaron gol y alguno me miró con un gesto que me interrogaba: ¿cómo lo sabía? Sonreí mientras festejaban su gol, coetáneo y de similar ejecución al de Javi Guerra, el que acababa de marcar Marruecos a Tanzania. Solapamos alegrías aunque ellos creyeran que celebrábamos lo mismo. Menos mal, me dije, de haber sido Tanzania quien hubiera atinado con la portería, y teniendo en cuenta mi aspecto, no hubieran dudado de que yo era un tanzano infiltrado y dada la pasión con la que se vive el fútbol podría haber tenido algún problema, al menos alguna mala mirada. Cuando hablo de pasión no exagero, la gran pantalla en la que se observa el litigio entre las selecciones africanas está flanqueada por dos grandes banderas, una del Barça, la otra del Madrid, fotografías de varios equipos españoles comparten espacio con las del soberano (en todas sus acepciones) marroquí. La conexión a internet llega del Cinema Rif de Tánger donde proyectan Larby, una biografía de Ben Barek, futbolista marroquí que triunfó a mediados del siglo pasado en el Atlético de Madrid. Todo huele a fútbol y a viejas historias.

jueves, 6 de octubre de 2011

Unos galardones al ingenio y la audacia


Ingenio y audacia. Esas son dos de las características principales que presuponía para la profesión el gran periodista y maestro de periodistas Francisco de Cossío, quien fuera director de El Norte de Castilla y quien, desde 1987, da nombre a los premios que reconocen la labor del gremio en Castilla y León. Así lo recordaron las compañeras Sonia Andrino, jefa de Castilla y León del diario decano de la prensa nacional, y Leticia Sánchez, de Radio Televisión Castilla y León (RTVCyL), que por unas horas dejaron sus quehaceres cotidianos para presentar los Premios Cossío 2011.

Cabe destacar el reconocimiento a la trayectoria profesional del fotógrafo burgalés Federico Vélez, con 40 años a su espalda, mejor dicho a sus hombros. Tras seguir los pasos de su padre, ahora es su hija Sara quien podrá tomar el testigo de «la memoria gráfica de Burgos». También se encontraban en la sede de Presidencia de la Junta su mujer, Maruja Moral, sus otras hijas, Miriam, Natalia y Laura, sus nietas, Lidia, Claudia y Marta, su nieto, David, y sus yernos.
De los siete finalistas, el Cossío 2011 fue a parar a manos de Álvaro Melcón y Lourdes Matilla por su reportaje 'Las voces de la memoria', emitido en Onda Cero Burgos, sobre las víctimas del terrorismo.
Las continuas menciones a la muerte de 4 trabajadores en las obras del embalse de Castrovido fueron inevitables. Entre otras, la del colaborador de El Norte de Castilla Joaquín Robledo, finalista en la categoría de Cooperación y Desarrollo por una serie de artículos publicados durante los mundiales de fútbol bajo el título genérico de 'Vallisoletanos con otra camiseta'. Robledo aprovechó la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, para reclamar mayores medidas de seguridad. Los otros seis finalistas eran la periodista de RTVCyL Ana Rayaces (Oportunidades); Julio Valdeón Blanco (Opinión), aunque recogió el galardón su madre, Elena Blanco; Jesús Salvadores, del 'Diario de León' (Fotografía); Rodrigo Pérez Barredo, del 'Diario de Burgos' (Prensa); y Álvaro Elúa, de RTVCyL, (Televisión).

Publicado en "El Norte de Castilla" el 6-10-2011

lunes, 3 de octubre de 2011

El Elche y el Che

Cabía la posibilidad de asumir la estrategia soviética, un tácito acuerdo de no agresión, pero él entendía que dicho pacto se había firmado contra los países 'menores' que nada podían decidir sobre su futuro. En esas condiciones entendía que frenarse por el miedo al poder omnímodo del enemigo y no entablar batalla era la forma más indigna de perder.
Asumió la necesidad de ese enfrentamiento pero era consciente de que para vencer a tamaño rival no podía aceptar que las leyes vinieran impuestas y pretendió modificar el tablero donde se desarrollaba la partida y las normas de la guerra. Lo dejó escrito en en una célebre cita: «Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión, hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de los cuarteles, y aun dentro de los mismos; atacarlo dondequiera que se encuentre, hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite. Crear dos, tres, muchos Vietnam».

lunes, 26 de septiembre de 2011

Los caminos a Rivilla

Terminar en medio del campo o en el pueblo que no era se fue convirtiendo en un tradición. No había año que atináramos con el camino que conducía a Rivilla de Barajas. No son más de ochenta las personas que viven allí habitualmente, pero conseguían convocar a miles de jóvenes (y no tanto) durante unos festejos que no se correspondían, por exceso, con el tamaño de este pueblo abulense.
La memoria me traiciona y no recuerdo bien si las fiestas se celebraban la última semana de julio o la primera de agosto pero se celebraban, y de qué manera. A este enclave morañego se accede (o se accedía), si se va desde cualquier pueblo de la ribera del Trabancos, por uno de los caminos de concentración que parten de la carretera que une la nacional Ávila-Salamanca con Fontiveros, la cuna del místico Juan de Yepes. Uno de los caminos, pero ¿cuál? Año tras años estábamos seguros de acertar, año tras año terminábamos en medio de una tierra recién segada o incordiando a una pareja que, al amparo de la luna, había aparcado buscando intimidad a un lado de una vía por la que nadie debería circular a esas horas.

martes, 20 de septiembre de 2011

EVA MORENO, JOAQUÍN ROBLEDO Y EL DUENDE ELÉCTRICO EN "COMIDA CON AMIGOS" EN EL ECLIPSE









Esta semana fueron tres los invitados a nuestro cocido, cocido divertido de verdad, porque hay mucho que aprender con mi musa de las ondas (y voz del autobús) Eva Moreno, mucho hay que debatir con ese sabio del futbol llamado Joaquín Robledo y mucho motivos hay para pasarlo bien con el Duende Eléctrico. Como para un libro. Impresionante y gracias.



domingo, 18 de septiembre de 2011

Miedo, mentira, prejuicio

El caballo se encabritó y tiró al suelo al jinete. A resultas del golpe, el joven se rompió ambas piernas. Su padre, ya anciano, maldecía su suerte. ¿Cómo iba a poder llevar a cabo la inminente cosecha si a él le faltaban las fuerzas y su único hijo estaba imposibilitado? Días después del accidente, el joven tuvo noticias de que su país había declarado la guerra al vecino y que, por edad, tendría que alistarse. Él, sin embargo, como consecuencia de las lesiones, esquivaría la muerte en el campo de batalla. Estando en casa celebrando su fortuna se le vino el tejado encima, falleciendo en ese mismo instante. Al poco se supo que los gobiernos en contienda habían firmado el armisticio antes del primer disparo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Palabra de Casandra

Las palabras siguen brotando de su boca aunque nadie la crea. Casandra es consciente de que el esfuerzo es inútil pero es más fuerte la necesidad de advertir que la consciencia de que, diga lo que diga, de nada servirá. Ella, hija de los reyes de Troya, supo antes que nadie la tragedia que se cernía sobre su reino, lo supo y lo dijo, pero nadie le creyó.
Antes, cuando era sacerdotisa de Apolo, el dios le concedió el don de la adivinación a cambio de su entrega carnal. Ella, la profetisa, el oráculo, era respetada por su pueblo hasta que negó su promesa y Apolo buscó venganza con la crueldad propia de quien es capaz de servirla en plato frío. Podría haber retirado el privilegio concedido, pero sería poco castigo. No, no le negaría el don pero desde ese momento nadie creería sus palabras así predijese la caída de Troya o su propia muerte.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sostiene el Pucela

Pereira no cuenta, ni relata, ni dice. Pereira Sostiene. Un verbo que requiere firmeza. Cuando Pereira se enfrenta al juez, no se limita a expresar su visión de unos hechos ocurridos sino a defender una forma de actuar basada en unos principios que nunca antes había defendido porque nunca antes se encontró en esa tesitura. Para su defensa, Pereira necesita tiempo, no es posible sostener sin asentar los hechos en unos pilares firmes construidos con sensaciones, reflexiones y sentimientos. En el fútbol, al igual que en la economía, es fácil encontrar analistas que juzgan a posteriori, que hablan a cojón visto y decían saber que era macho, pero no hay tanta gente que sostenga. Djukic es uno de ellos. Sus principios parten del balón y quiere tenerlo. Viendo el desarrollo en el campo comprendemos que necesita tiempo para que el relato quede redondo. Falta ajustar las distancias entre las líneas, encontrar el modo de que Óscar adquiera mayor protagonismo en el juego; falta, sobre todo, vencer los instintos primarios que llevan a los defensas a alejar la pelota con premura en vez de guardarla con mimo y entregarla a quienes tienen capacidad para hacer daño con ella y a estos les falta ese punto de paciencia que permite buscar la mejor solución en vez de la primera. Faltan muchas cosas pero Djukic sostiene el estilo y, a la vez, es capaz de modificar algunos detalles para sorprender al rival: si en la primera parte la presión del Córdoba cercenó la salida del juego, en la segunda se introduce un tercer central, se libera a los laterales y de las botas de Tekio parte el centro que permite romper el partido. Poco antes, Peña, el otro lateral, había recibido un balón en fuera de juego.  

viernes, 2 de septiembre de 2011

JERIGONZA Y JORNADA

Parece que nunca falta un rebaño si hay un pastor con buenos altavoces. No había hecho sino terminar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y se nos ha venido encima la Jerigonza de Jose Mourinho (JJM). Del pontífice de los católicos conocemos su discreción cuando de encubrir se trata; del de los blancos,  batucada de esemeses y letra de jota castellana, que si que, que no que, no sabemos si le gustan los albaricoques pero le encanta el palique. El suyo o el de otros mientras él sea el centro. Silencio y ruido con el mismo propósito, responder solo ante Dios, pedir perdón solo a los madridistas, lejos de las leyes de los hombres. Son los primeros de la fila y hacen –pretenden hacer-  creer que allí en lo alto, donde solo ellos pueden encaramarse, se diluye el horizonte.  
Multitudes atentas a la música, pero ciegas ante la letra, siguen el toque de corneta. Se apela al mito, antes, eso sí, se mutila. Nos recuerdan al Cristo doliente mientras esconden -para que olvidemos-  al que entró en el templo expulsando de allí a los que se hacen publicidad y después desgravan. Al César lo que es del César. 
Bajan el volumen de los altavoces del estadio cuando el himno llega a esa parte que define al club como caballero del honor pero atruena en el momento que se llega por el verso del bélico adalid.
Cojitranca la esencia, afianzan su discurso con la verdad revelada, con verdades como puños. Voz atiplada el uno, puñetazo en la mesa el otro, utilizan el victimismo como factor aglutinante. Ellos, nosotros, sin nadie en el medio y si lo hay se le dispara para que no estorbe. 
El teólogo progresista de antaño mutado, metamorfosis por contacto con el poder, en guardián de las esencias. Primero como orfebre del discurso preconciliar de su antecesor, Penélope nocturna del sudario del Papa bueno, ahora con el atuendo de estrella pop. 
El entrenador, discípulo formal de Mussolini, no es más que la máscara que se ha creado. Hay quien dice que es muy bueno en su profesión, pero los excesos le pierden. No lo creo. A diferencia del dios de los católicos no es uno y trino, es uno y solamente uno. Tácticamente no es nada del otro mundo, quien le definió como Clemente con idiomas no sabía hasta que punto daba en la diana. Su virtud entra en el terreno de lo emocional, dirige guerreros, compra guerreros a precio de azafrán. Sus mayores éxitos no parten del fútbol sino de la aplicación en este de las enseñanzas de Sun Tzu, el arte de la guerra. Desgaste físico, dominio de los tiempos y los espacios, monopolio del discurso. 
El antes llamado Ratzinger vende parcelas en el cielo, el ahora idolatrado Jose marca la linde entre los madridistas y los pseudomadridistas y la frontera, faltaría más, es él.
No, nunca faltarán fieles que, donde debiera haber razón, pongan el sueño de un paraíso futuro en el que ateos y barcelonistas ardan hasta el confín de los tiempos. Gentes que dicen creer en Dios o defender los valores eternos del madridismo pero que siguen, sin más, los designios excesivamente humanos de sus líderes. Quienes jalean al entrenador olvidan la historia de su Madrid; quienes reciben con palmas de olivo a su Sumo Pontífice caen en el pecado de idolatría, al Señor tu Dios adorarás, solo a él darás culto. En el fondo los compadezco, no sabrán disfrutar del camino a Ítaca.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Septiembre: Garbanzos, colegio y liga

De la misma manera que al pasar bajo el quicio de la puerta de la casa de mis padres te invade el olor a cocido, al cruzar el límite de agosto huele a colegio, a fábrica y al tran tran de la liga de fútbol. Los niños, a estas alturas, ya tienen los libros preparados y su álbum de cromos a medio llenar, sin embargo los clubes aún andan peleando con el reloj para cerrar definitivamente sus plantillas y, en el caso del Pucela, con el calendario para cuadrar la presentación del equipo una vez que la liga ya ha arrancado. Pero, cosas de la zozobra que rodea al fútbol, la huelga de futbolistas de la primera jornada ha permitido que el Trofeo Ciudad de Valladolid haya sido el primer partido del Real Valladolid ante su afición. Escasa, dicho sea de paso, porque un partido amistoso es poco menos que metadona para quienes estamos acostumbrados a dosis de sustancias más potentes. Un trofeo guadianesco que ha vuelto a aparecer tras pasar un año bajo tierra y que, visto lo visto, se acomoda en otro momento -que quizá no hay-, o está condenado a la extinción.

lunes, 29 de agosto de 2011

La boca que besa el fútbol



El listado de normas y recomendaciones que los frailes nos habían enviado antes del comienzo del curso no dejaba lugar a la duda, los alumnos no pueden traer al colegio aparatos de radio. Lógicamente ninguno de los nuevos lo llevaba. Al poco tiempo de estar allí los veteranos nos quitaron el miedo. «Si queréis escuchar el fútbol, venid con nosotros». Evidentemente les recordábamos la carta que nos llegó en verano. «No os preocupéis, no pasa nada». 
Los domingos por la tarde, cuando el Palencia jugaba fuera de la vieja Balastera, los más aficionados nos encerrábamos en una salita para escuchar las voces del fútbol. Estaba prohibido pero los frailes hacían la vista gorda porque, aunque incumpliéramos la letra, acatábamos el espíritu de la norma.

lunes, 22 de agosto de 2011

Por las calles de Nueva York


Los que van regresando de sus vacaciones tienen la insana costumbre de contar los detalles, fotos mediante, de sus días de asueto a quien tenga la osadía de ponerse en medio. Si, por un casual, el amigo turista estuvo en Nueva York, no podrá evitar decirte que la ciudad es tal cual se ve en las series o en las películas, que paseando por sus calles uno tiene la sensación de compartir escenario con, por ejemplo, Tom Hanks o Jennifer Aniston. No sorprende la afirmación, a fuerza de repetir insistentemente las imágenes, de que la industria cinematográfica ha conseguido convertir cualquier aspecto local en icono universal. Sin embargo, ese efecto arrastra de partida, una gran mentira: llamar ciudad a lo que solo es su epidermis, los edificios, los monumentos, los parques, los taxis...Pero la apariencia se impone e, igual que el visitante tiene la impresión de que la Estatua de la Libertad es algo ya visto, tendemos a creer que lo que observamos en la pantalla es la realidad y así la lluvia fina del 'american way of life' cala en nuestros interior.

miércoles, 6 de julio de 2011

Suárez y los indignados

Desde hace mes y medio, en las calles de muchas ciudades españolas resuena el eco del mismo vacío que varias generaciones instaladas en el poder han horadado. Durante el tiempo en que las cosas parecían ir bien no existía descontento. Al fin y al cabo una burbuja te aísla del exterior y desde dentro poca gente es capaz de, siquiera, vislumbrar las amenazas que se ciernen. Pero ya estaban, y estaban tan vivas que se han corporeizado con un apetito lascivo.
Las calles, decía, se han llenado de indignados, la de los que así se hacen llamar y la de muchas otras personas que se encuentran tan anonadados como si Mike Tyson les hubiese propinado un directo en la mandíbula; con ganas de levantarse de la lona pero sin fuerzas para ello o, peor aún, con la sensación de que, en caso de conseguirlo, volverían a besar la lona tras otro zurriagazo similar.

Pregón de Joaquín Robledo y tortilla para todos



Joaquín Robledo, excoordinador provincial de Izquierda Unida y premio de Periodismo Francisco de Cossío en la modalidad de Cooperación Exterior, fue el encargado ayer de pregonar las fiestas del barrio de La Victoria. Tras este acto, se celebró la fiesta de la tortilla, organizada por la Asociación de Amas de Casa.

Publicado en "El Norte de Castilla" el 06-07-2011

lunes, 13 de junio de 2011

Don Juan y el magistral

El Pucela, como la Regenta, había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo. Acababa de recobrar la consciencia y tuvo la sensación de haber recibido un beso cuando su cuerpo estaba separado de su entendimiento. Unidos, al fin, la materia y el alma de Ana Ozores, esta fue consciente del cúmulo de tragedias acaecidas en su entorno.

En realidad, antes de todo eso, tampoco se puede decir que su vida hubiese sido feliz. La poca sintonía entre sus deseos y la presión que ejercían sus circunstancias eran constante fuente de conflicto interior. A esa insatisfacción había llegado por un doble motivo: los que la querían jugaban un papel distinto -y a veces opuesto- al que ella quería y los que la deseaban no la consideraban más que una presa, un animalillo puesto en juego para saciar el orgullo de dos prebostes sin escrúpulos, dispuestos utilizar cualquier asechanza para salir victorioso de duelo tan miserable.

«La memoria es útil. Mi trabajo consiste en demostrarlo»





Bajo el nombre de Joaquín Díaz podemos colocar varios epígrafes que, unidos, conformarían el puzle de su trabajo. En resumen, se podría decir que ha dedicado su vida a buscar en las grietas del pasado para ayudarnos a conocer lo que somos. En esta entrevista para El Norte de Castilla y radiocastillayleon.com, el colaborador de 'La sombra del ciprés' desgrana pasajes de su vida y nos alerta ante el exceso de velocidad con el que circula nuestra sociedad.
-Empezó muy pronto a dedicarse al estudio de la música tradicional, del folclore, ¿de dónde parte esa vocación?
-Ya de pequeño me gustaba escuchar la radio. Me aprendía todo lo que oía y lo cantaba en la cocina. De la música empezaron a surgir preguntas. Me preguntaba de dónde vienen esas canciones tradicionales, por qué se mantenían, unas sí, otras no. Empecé a recordar relatos tradicionales contados por mi abuelo. Todo en mi casa estaba relacionado con el mundo de la tradición. En el colegio, también había desarrollado un sentido artístico, me habían enseñado a cantar.
-¿Esos primeros pasos los compatibilizaba con el estudio o se dedicaba exclusivamente a bucear en la tradición?
-El estudio siempre me ayudó mucho. Mi madre había sido pianista y en casa me decían que no podía ser músico porque se mueren de hambre. Finalmente la vocación pudo más. Empecé Derecho, Filosofía y Letras…, pero lo que más me interesaba era salir a algún pueblo, hablar con las gentes y preguntarles cómo habían vivido y qué les habían cantado.
-Usted abandona demasiado pronto la música en directo.
-No sé si demasiado pronto, diría que en el momento oportuno. La música es comunicación. Esa necesidad de expresar cómo siente cada uno se manifiesta de muchas formas, la más normal era saliendo al escenario. Algunas noches estaba muy motivado y transmitía, otras me sentía ajeno a lo artístico y tiraba de oficio. Eso es profesión, no arte. Decidí grabar discos para transmitir lo que quiero.
-Ese año, el de 1976, fue crucial en la historia moderna de España, una época de florecimiento de los diversos folclores.
-Fue una época complicada. La política, la sociedad y la cultura necesitaban una renovación, pero cada uno lo veía de una forma. He pensado en las consecuencias de la falta de interés por lo antiguo. El ser humano, para caminar, necesita dejar un pie atrás y echar otro adelante. Si no se apoya con el pie de atrás, pierde la referencia. Entonces solo existía el futuro. No era un fenómeno planetario, era español. Un error de filosofía que estamos pagando.
-¿Ese error repetía la idea del franquismo de marcar un kilómetro cero?
-Eso sería pensar que en la dirección de la dictadura había gente inteligente. Lo suyo no era un proyecto filosófico y social, sino una negación de lo anterior, una protección contra un pasado que no interesaba. Se anclaban en el esplendor imperial, lo que ellos consideraban más extraordinario en la historia de este país donde hemos tenido tantos aciertos como desaciertos.
-¿Las generaciones posteriores entendieron la historia como un proceso lineal?
-Las generaciones se suceden con recelo, tenemos la sensación de que los anteriores lo hicieron peor, una soberbia que luego nos pesa porque la siguiente generación va a pensar lo mismo. Lo difícil es relacionar los hechos, no verlos aislados; es inexacto concebir la historia con linealidad, con un eje principal. Los hechos se superponen, se acumulan, no se pueden observar aisladamente. Es un peligro que tiene hoy la educación, se conocen asignaturas con cierta profundidad, pero no se relacionan las disciplinas. Cada departamento trabaja en un tema a escondidas, lo más científico es ofrecer compartir, contrastar y discutir los aspectos de cada disciplina con personas de diferente visión. Hemos considerado un mantra a la competencia, pero a veces cercena caminos. Nos priva de la posibilidad de que otros aporten miradas, preparación, eso acrecentaría los recursos que nos ayudarían a comprender los fenómenos que se producen.
-Su profesión es similar a la de un minero, picar en ese subsuelo de la memoria. ¿Siente que ahora mismo está poco valorado el concepto de memoria?
-A la memoria le damos poca utilidad, aunque siempre ha sido una rica fuente. Recibimos experiencias de nuestros antepasados que nos sirven para desenvolvernos en el entorno en el que vivimos. Efectivamente, la memoria es útil. Mi trabajo consiste en demostrarlo.
Principio y fin
-Muchas veces se demuestra que lo que creíamos novedoso es una repetición de situaciones que ocurrieron en otros momentos, aunque cada generación, cada persona, lo viva de otra manera.
-No hay nada nuevo bajo el sol. Nos podemos empeñar en demostrar que hemos inventado cosas, pero son anecdóticas, superficiales, en ocasiones hay inventos relacionados con la salud que pueden parecer trascendentes, pero todo gira en torno a la mayor o menor longitud en el tiempo de nuestra vida y cosas que en el fondo siguen siendo lo mismo. Al principio está el nacimiento, y al final, la muerte.
-Y lo que sucede en el medio, la vida, ¿es eso que ocurre mientras estamos ocupados en cosas menos importantes?
-La vida es lo único que tenemos, es nuestro patrimonio más valioso. Si alguien nos transmite sensaciones, experiencias, conocimientos, nos sirven de 'cojín'. Eso no quiere decir que nos fiemos de ello. La historia demuestra que cada persona necesita volver a vivir lo que otros han vivido porque no es su experiencia. Le parece que han vivido por él.
-¿La vida urbana nos está alejando de nuestra tradición oral?
-Vivimos una existencia apresurada que nos impide hablar con tranquilidad. La vida hay que tomarla con tranquilidad, a eso ayuda la reflexión, doblarse sobre uno mismo y ver si todo lo que estamos haciendo se corresponde con lo que deberíamos y nos gustaría hacer.
-¿Esa falta de reflexión tiene que ver con el ritmo con el que se trabaja? ¿Firmaría un elogio a la pereza al modo de Tom Hodgkinson?
-Hemos llegado a un momento en el que es preferible que paremos la máquina y nos planteemos si para llevar un tipo de vida agradable es necesario todo ese desasosiego. 
Publicado en "El Norte de Castilla" el 13-06-2011