lunes, 8 de abril de 2013

¿QUIÉN DE USTEDES?

El consejo atribuido a Sun Tzu es válido para enfrentarse a cualquier circunstancia, pero es esencial para quien tenga alguna responsabilidad en la estrategia militar: ‘Nunca hay que dar un paso si no se está seguro del siguiente’. Al anecdotario de Hitler le ocurre lo mismo (con perdón) que a las reliquias que encierran un fragmento de la corona de espinas con que aquellos soldados romanos pretendieron humillar a Jesús de Nazaret: si creyésemos que todas las anécdotas son ciertas, o que todos esos trocitos de madera estuvieron donde dicen que estuvieron, podríamos llegar a la conclusión de que el tirano habría vivido doscientos años y que la cabeza del joven nazareno tendría una superficie capilar cercana, en tamaño, a la del partido de Sigüenza. Una de esas leyendas hitlerianas cuenta que el enajenado líder nazi, buen seguidor de la consigna citada, reunió a sus asesores militares con el fin de conocer las intenciones del ejército enemigo antes de decidir cuáles habrían de ser los pasos a seguir. Para tal fin había pedido, previamente, a cada uno de ellos un minucioso informe en el que deberían recoger cuáles serían los próximos movimientos de los aliados. Tras escucharlos, comprobó que apenas había coincidencia entre las previsiones de cada uno. Hitler se levantó airado, lanzó los informes al suelo y les dijo a voz en grito: ‘Seguramente uno de ustedes tenga razón, el problema es que no sé quién de todos es’.