jueves, 25 de septiembre de 2014

CARNAVAL DE SOMBRAS

En este carnaval de sombras nadie es lo que dice ser, en este baile de máscaras no tienen siquiera la potestad de elegir la que más les gustaría. Abren, sin más, el armario de la ética intercambiable, toman el disfraz pertinente y se visten con las palabras que más les convienen. Ahora Gallardón hace un mutis por el foro tras haberse probado infructuosamente la retahíla de ropillas con las que viste un aspirante. Los suyos nunca le quisieron, ni antaño le sirvió el disfraz de palmero, ni hogaño el de Torquemada. El guión no tiene más texto para este personaje; el actor, que aspiraba a protagonista, firma el finiquito de su puño y letra.