Mi poco estimado anónimo: Quiero que tengas claro
que mereces una metafórica patada en el culo que voy a darte con gusto. El
Racing ha bajado por méritos propios. La directiva, en vez de fortalecer un
proyecto, descapitaliza a la plantilla con la venta de Munitis y Salva, no
renueva a Benítez (por caro) y juega a cambiar de entrenador para terminar de
nuevo con el propio Benítez. Para desviar culpas, en vez de elaborar una sana
autocrítica, acusan y amenazan sin dar. Como cualquier dictadorzuelo se escuda
en un enemigo exterior que encarna todas las maldades. Y tu entras al trapo
como borrego. Ahí callas, te muestras débil. Te tratan como necio y demuestras
que tienen razón. Hasta ese punto es tu problema. El mío comienza cuando leo la
pancarta que parió tu neurona. Defender a tu club con una frase que hiere a
todos aquellos que se juegan (y pierden) la vida luchando contra las olas del
mundo de los satisfechos buscando su dignidad robada es de mala gente o de
estúpido. Tu estómago atiborrado no te
permite suplantar, ni por un segundo, a
quien se ve obligado a atar los cuatro nudos del hatillo cargado del
sufrimiento acumulado en una vida de desesperanza. Y muchas veces el mar se
convierte en compañero definitivo. Con el débil tu debilidad se torna fuerza.
Diviértete con el fútbol pero no cubras de desprecio a los muertos que hemos
matado. Espero que recapacites. Joaquín Robledo.