martes, 20 de junio de 2023

¡HEY!

De plazoleta en plazoleta, sin saltarse ni una, anda el PP soplando la corneta de pregonero haciéndonos saber lo guapo que se siente por lo espléndido que se ha mostrado. Su apoyo, gratis, apunta uno tras otro una legión de corifeos, ha permitido al PSOE alcanzar las tambaleantes alcaldías de Barcelona y Vitoria. Gratis, insisten otro tras otro, mientras mi cabeza niega a ritmo de Julio Iglesias, “¡Hey! No vayas presumiendo por ahí”.

Con el propio alardeo ya se están cobrando parte del precio. El resto, el pedazo más cuantioso, también el más discreto, engrosará sus arcas en cuanto se les compre el marco, el recorte de la foto, la imagen que se muestra. Lamentan los dirigentes populares con taimada socarronería que desde el PSOE no les hayan agradecido el gesto. Más postureo. Otro giro al destornillador para apuntalar su montaje. El PSOE, bien sabe el PP que ha caído en la trampa, sin darles las gracias les hace caso: lanza a los suyos a vanagloriarse de su buen comportamiento haciendo recuento de pactos, a apuntar que el PP no lleva razón en la acusación sin ser conscientes -o siendo más medrosos que sensatos- de que en esa excusa se delata su obediencia, su derrota si pretenden ser otra cosa.

martes, 6 de junio de 2023

EL JUEGO DEL PAÑUELO

Como si se dispusiera para afrontar una partida al juego del pañuelo, la sociedad española se está alineando en dos equipos cada vez más alejados entre sí que se miran de frente, dispuestos, jugador a jugador, a ir eliminando miembros del equipo rival. No es lucha de clases -si lo es, habría que considerarla enmascarada-, sino un torpe agrupamiento en pos de doblegar al rival. Existen varias y variadas formas de entender, de abordar, de expresar, de digerir la vida social, sus conflictos. Resumirlas y condensarlas en dos procede de una simplificación interesada en borrar los matices, en aglutinar para dirigir por querencias -estos son los tuyos- o malquerencias -estos son los otros- que impone tragar sapos sin quejarse del sabor.

Nuestras democracias, más que dotar de poder al conjunto de la ciudadanía, más que servir para elegir los mejores gobernantes, proporcionan un método de resolución de conflictos: nos proveemos de unas reglas, las asumimos, coexistimos… 

lunes, 5 de junio de 2023

A LOS HECHOS ME REPITO

Había comenzado este texto con un lacónico «No pudo ser», pero lo borré de inmediato. Esas tres palabras me transmitían falsedad, me generaban desazón, resonaban como una grosera excusa dispuesta a difuminar en el territorio de lo impersonal el discurrir de un curso mayormente desolador, al menos desde su reinicio tras un intempestivo Mundial. Borré «No pudo ser», no tenía sentido cuando, una y otra y otra vez, sí pudo ser. Pudo ser pero no, no fue, «no se logró» y conviene tener en cuenta que a la fatalidad no le corresponde responsabilidad alguna en este desenlace. De nada sirven coartadas victimistas, posean o no sustancia, básicamente porque el objetivo siempre estuvo a mano y se dejó escapar por pura impericia. De nada sirve el subterfugio de lamentar el cúmulo de mala suerte porque se han desaguado puntos por pura medrosía. Perder un punto o dos cuando un partido está a punto de concluir puede ser considerado un infortunio; dos veces, una malaventura... tantas como le ha sucedido al Pucela no se puede amparar en los hados.