lunes, 29 de agosto de 2011

La boca que besa el fútbol



El listado de normas y recomendaciones que los frailes nos habían enviado antes del comienzo del curso no dejaba lugar a la duda, los alumnos no pueden traer al colegio aparatos de radio. Lógicamente ninguno de los nuevos lo llevaba. Al poco tiempo de estar allí los veteranos nos quitaron el miedo. «Si queréis escuchar el fútbol, venid con nosotros». Evidentemente les recordábamos la carta que nos llegó en verano. «No os preocupéis, no pasa nada». 
Los domingos por la tarde, cuando el Palencia jugaba fuera de la vieja Balastera, los más aficionados nos encerrábamos en una salita para escuchar las voces del fútbol. Estaba prohibido pero los frailes hacían la vista gorda porque, aunque incumpliéramos la letra, acatábamos el espíritu de la norma.

lunes, 22 de agosto de 2011

Por las calles de Nueva York


Los que van regresando de sus vacaciones tienen la insana costumbre de contar los detalles, fotos mediante, de sus días de asueto a quien tenga la osadía de ponerse en medio. Si, por un casual, el amigo turista estuvo en Nueva York, no podrá evitar decirte que la ciudad es tal cual se ve en las series o en las películas, que paseando por sus calles uno tiene la sensación de compartir escenario con, por ejemplo, Tom Hanks o Jennifer Aniston. No sorprende la afirmación, a fuerza de repetir insistentemente las imágenes, de que la industria cinematográfica ha conseguido convertir cualquier aspecto local en icono universal. Sin embargo, ese efecto arrastra de partida, una gran mentira: llamar ciudad a lo que solo es su epidermis, los edificios, los monumentos, los parques, los taxis...Pero la apariencia se impone e, igual que el visitante tiene la impresión de que la Estatua de la Libertad es algo ya visto, tendemos a creer que lo que observamos en la pantalla es la realidad y así la lluvia fina del 'american way of life' cala en nuestros interior.