lunes, 21 de octubre de 2013

ÁLVARO, HAZLO ANDAR

Cuentan los que de la cabeza entienden, si es que de ese adorno que remata el cuello entiende alguien, que uno de sus mecanismos internos sirve para que nos evadamos de la realidad cuando esta nos presenta un panorama desolador. Así andaba la mía viendo el partido de ayer, buscando la evasión por el doble camino que niega la realidad: zigzagueando para no ver lo que ocurría y recreando universos paralelos. Recordaba el homenaje de los futbolistas del Pucela a Sisi (historia del Valladolid) y, a la par, me preguntaba qué tiene que ocurrir (o qué pasa) con la cantera (lo que debiera ser el futuro) para que, estando lesionado (eso dicen) el mediapunta con los galones de titular y con una lesión el llamado a sustituirle, el puesto sea encomendado a un jugador dotado para otros menesteres.