jueves, 6 de marzo de 2014

SON DE FUERA, NO SABEN

Miedo me da que a España le dé un ataque de sí misma. Miedo porque carga sobre sus espaldas con una maldición idéntica a la de Troya. La sacerdotisa Casandra recibió de Apolo la capacidad de profetizar los acontecimientos venideros. Posteriormente, el mismo dios, por despecho, la castigó de la forma más cruel, no le retiraba el don pero, a partir de ese momento, nadie le creería nada de lo que pudiera decir. Mal para ella, peor para su pueblo que despreciaba la voz que mejor podía aconsejar sobre el rumbo a tomar. Entre sus vaticinios estaba la caída del propio reino como, al poco, ocurrió.