El cuerpo electoral es un sistema complejo porque está
formado por una infinidad de partes interconectadas entre sí por unos lazos que
generan un caudal de información imposible de analizar. Dado que además es
dinámico -va evolucionando acorde pasa el tiempo- y caótico –cualquier
variación de las condiciones puede provocar efectos muy diferentes en el
comportamiento-, el cuerpo electoral está sujeto al efecto mariposa, esto es,
un hecho en apariencia insignificante en algún lugar produce un cambio radical
e imprevisible en otro lugar diferente. Existen miles de asesores, unos
técnicos, otros augures, dedicados a trampear sobre el sistema en pos del
beneficio de la parte contratante. Los que tuvo a sueldo Susana Díaz le llevaron
a convocar elecciones por adelantado. Entendieron que no les venía bien acercar
los comicios propios al batiburrillo electoral de mayo, que los mensajes se podrían mezclar y que tal mezcolanza
no era buena para ella. Así, sola, porque yo lo valgo, ganaría fácil y después,
para la primavera, el que más chiflase, capador, el piñazo que bien se pudieran
llevar los suyos, es un decir, no le arrastraría.