lunes, 7 de abril de 2003

ZORROS EN GALLINERO

Aterido de frío, en la estación de trenes de Burgos, maldigo mi suerte. Recuerdo aquella campaña institucional de RENFE en la remota era del todo va bien: el 96% de los trenes llegan y salen con una escrupulosa puntualidad. Y yo empeñado en montar en los del 4%. Haciendo tiempo, y matando el frío, entro en el vestíbulo y charlo con un currito de la cosa. Le comento mi cenizo ferroviario, él sonríe y da rienda suelta a su frustración: eso del 96% será en otro sitio, pero aquí el material que nos traen es el que desmontan en Alicante y así.... El presupuesto se debe agotar en el proyecto del AVE. Ya en casa, topo con una carta del alcalde dirigida a mi hijo pero encabezada con un “Estimados padres”. En ella nos relata que nos hace el favor de cumplir con su deber. Gracias. Adjunta una guía de escolarización con las pautas a seguir y un listado de los centros públicos ¡y privados!. Como si en un panfleto del Gadis nos informasen de las ventajas de comprar en El Árbol. Pobre sector público exangüe por gestión de quienes no creen en él.

Leo la prensa, la sangre de miles de iraquíes entreverada por la de negros e hispanos al son de las barras y estrellas tiznan de escarlata al Tigris y al Eúfrates. Arrasado Irak arranca el saqueo institucional –eufemismo: reconstrucción-, dirán que se beneficia EE.UU. o España. Mentira. Se benefician los mismos que construyen el AVE y rigen centros de enseñanza privados.