sábado, 28 de octubre de 2023

EL YUNQUE EN LA SABANA

Una de las ventajas de redactar con el ordenador respecto a escribir sobre un folio estriba en la facilidad de borrado de los contenidos que muestra la pantalla. ¿No te gustó lo escrito, detectaste un adjetivo que no concordaba con el nombre al que calificaba o determinaba, un determinante inadecuado, un verbo de distinto número y persona que el sujeto al que refería la acción o, Dios me libre, te asaltó una falta de ortografía?, un golpe de ratón suprime cualquier vestigio del error sin necesidad de tachaduras, de inutilizar medio folio o de intentar, con la pelotilla formada estrujando el papel inservible, encestar una canasta de tres puntos en la papelera. Otra facultad por la que el ordenador goza de prelación radica en la posibilidad de reciclaje de algún fragmento de texto con el que casualmente te topas. Verán, con las orejas gachas tras el final de la exhibición del Eibar, Pucela mediante, en Ipurua, me dispongo a escribir aún no sé qué. Aprovecho una maqueta en la que pervivía el artículo escrito tras el partido ante el Espanyol. Me fijo en el título, 'a por seis o media docena'. Me figuro a cualquier jugador del Eibar, aún no ahíto pese a la manita (o manotazo), reclamando otro, anhelando más, exhortándoselo a sus compañeros. En mi cara se dibuja una de esas sonrisas mentirosas, de las que dan sentido a lo de reír por no llorar.

martes, 24 de octubre de 2023

MERCANCÍA EN CIRCULACIÓN

Todo evoluciona y las guerras más que todo lo demás. Más en sus procedimientos, que al final -entre la pelea con filos de piedra y el lanzamiento de sofisticadas bombas- la tecnología ha avanzado más deprisa que los siglos, mientras las intenciones, la voluntad, el empeño, se conservan intactos, frescos, como el primer día. Tanto es el esfuerzo, el dinero, tantas las neuronas puestas a disposición de la investigación militar que parte de sus rescoldos calientan campos profundamente alejados de los terrenos en que habitaban los designios iniciales. El mismo internet que me permite documentarme, que posibilita el inmediato envío de este texto a la redacción de El Norte, se proyectó como una secuela derivada de pesquisas castrenses. 

lunes, 23 de octubre de 2023

BONITO PERO NO BUENO

Mientras este planeta continúe siendo pisado por congéneres nuestros, no faltarán reflexiones, a buen seguro dispares e incluso contradictorias entre sí, que aborden la relación entre ética y estética; entre el análisis del propio comportamiento humano y el estudio de la belleza y los sentimientos que nos provoca. Mientras estos congéneres prosigan disfrutando del fútbol en la misma medida que lo gozamos (muchos de) sus predecesores, se nutrirán controversias en que se cosan o descosan vínculos entre ganar y jugar bien. No faltarán quienes contrapongan ambas circunstancias, quienes planteen falsos dilemas. Tampoco quienes, al modo de Ludwig Wittgenstein, entiendan que «ética y estética –ganar y jugar bien, para el caso balompédico– son uno». No siempre, claro: rivales de mayor entidad o circunstancias accidentales podrán, de tanto en tanto, evitar que lo bien planteado, lo correctamente preparado, lo adecuadamente ejecutado, logre su objetivo del triunfo. Puede. Siempre será, sin embargo, el mejor camino para poder conseguir el objetivo final.

domingo, 15 de octubre de 2023

A POR SEIS O MEDIA DOCENA

De un tiempo a esta parte –tal vez el asunto lleve años asentado y no me había percatado– encuentro en el supermercado, compartiendo estante con las históricas cajas de docena, huevos empaquetados en envases de diez. Será, me malicio, una treta –en realidad, una forma de autoengaño– para aparentar una reducción de precio o encubrir la carestía. Será, entro en modo aritmético, un intento de adecuación al imperante sistema decimal. Me lo niego, el 'doce' resistirá como referente contable, siquiera sea para referirnos a pasteles, cervezas o huevos, porque admite el reparto en partidas de dos, tres, cuatro... o seis, tan es así que hasta hemos anclado en nuestro cerebro el concepto 'media docena'.

martes, 10 de octubre de 2023

ESA HERMOSA MAÑANA

El fundamentalismo husmea el aroma de un señuelo; lo difunde en el fértil terreno del oprobio, allí donde la ley de Hooke –un cuerpo elástico se alargará proporcionalmente a la fuerza que reciba­- dictamina que aparecerán complicidades; acecha en nombre de un bien supremo inmarcesible, invulnerable, que impondrá su verdad, su esencia, su ser; se arroja al abismo descrito en un plan previamente trazado, un plan que sojuzga a los que dice defender porque no son más que parapetos, eslabones, peldaños, piedras en un camino a ninguna parte.

Los portadores del plan vislumbran el dolor; se acercan sigilosamente, escuchan el dolor; acarician con palabras hueras, se apropian del dolor; estimulan con esperanzas paradisíacas, aprovechan el dolor; empujan al vacío, explotan el dolor. Y dolor, más dolor, hijo del dolor, padre del nuevo dolor.

lunes, 9 de octubre de 2023

MIENTRAS HAYA PANTANOS...

Fernando Galindo, el mítico personaje que interpretara José Luis López Vázquez en 'Atraco a las tres', antes de caer subyugado, «un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo», por el 'imponente' encanto de Katia Durán (Katia Loritz), batallaba a diario con ristras de clientes que no le suscitaban embeleso alguno. Hastiado de tanta refriega, ayuno de aspiraciones por su mísero salario, acoquinado por unas férreas pautas de trabajo, ya sin el freno afectivo de don Felipe (José Orjas), el cándido y paternal director, Galindo resuelve arramplar con todo: propone, y convence, a sus compañeros para atracar su propia oficina bancaria.

Entre esas clientas ante las que el deber le impostaba una sonrisa se encontraba doña Vicenta, memorable Rafaela Aparicio, la dueña de una vaquería que acudía cotidianamente a la sucursal para ingresar notables cantidades. Una mañana de tantas, ufana con su taco de billetes, pese a su torpeza, abrió con la arrogancia de un vaquero bamboleando la puerta del 'saloon'.

jueves, 5 de octubre de 2023

DE MURPHY AL EFECTO MARIPOSA

Todo, absolutamente todo, interfiere en el desarrollo de todo lo demás. John Barr, protagonista de la novela 'La legión del tiempo' publicada en 1938 por Jack Williamson, puede recoger del suelo un imán o un pedrusco. Un dilema en apariencia intrascendente; una anodina decisión de las que cada día, incluso de forma inconsciente, se toman por cientos;un pasaje olvidado al caer la noche; abre una puerta, la que da acceso a una prolífica carrera científica que aportará a la humanidad conocimientos suficientes para erradicar todos sus males, y cierra la de enfrente, un portón que propicia una vida gris al protagonista, un espacio para el avance científico ocupado por unos seres malvados que allanarán el advenimiento de una tiranía, si elige el imán. O viceversa. Tras la publicación de la novela, a estos puntos en uve, estas bifurcaciones de caminos, se les denomina 'Puntos Jonbar', eventualidades mínimas que pueden suponer giros trascendentes en el desarrollo de la Historia. O de las historias, si hablamos de la ficción. Las ucronías, por ejemplo, se despliegan a partir de la modificación de un hecho histórico cierto, de un Punto Jonbar en el que el autor parte de la elección opuesta a la que aconteció.

lunes, 2 de octubre de 2023

GARBANZOS Y CARAMELOS

lo tonto a lo tonto, una por cada temporada en la que ando disfrutando el privilegio de este huequito, ya he grabado en la cachava dieciséis muescas. En paralelo, 'dieciséis' precisa y 'privilegio' cataloga el tiempo en el que he podido aprender y disfrutar, valga la redundancia, al lado de Javier Yepes. Al margen de todo lo demás, fútbol en píldoras: historias e historietas, experiencia y esperanza, conocimiento profundo y gramática parda, dictámenes y exabruptos, enjundia y chanza... a lo que añade un cúmulo de frases –unas de autoría propia; otras, escuchadas a sus clásicos– que, encuadernadas, conformarían una enciclopedia. Alguna, las circunstancias no se cansan de imitar a coyunturas pasadas, las repite una y otra vez.

En los momentos en que un entrenador altera alineaciones o remueve jugadores pretendiendo que el ruido troque en melodía trae al caso una sentencia de Julio Lasa «hay que poner siempre a los mejores y además colocarlos en su sitio». Lo de los mejores –entendido esto de las múltiples formas en que entendemos 'los mejores'– nos resulta evidente, ante la duda procede elegir al jugador que potencialmente ofrece más recursos. Lo de 'en su sitio', sin embargo, dentro de unos márgenes, adelante, en el medio o atrás, lo relativizamos: entendemos que la calidad no depende de la ubicación. Y no. Nada es aleatorio. Los clásicos, por algo son clásicos, rara vez yerran. En el personal de las grandes superficies figuran encargados de disponer cada producto –los más golosos, a la altura promedio de los ojos; los imprescindibles, no es necesario que se exhiban tanto– en el emplazamiento idóneo para maximizar las ventas.