lunes, 4 de mayo de 2009

EL SEISCIENTOS Y LOS SANTOS INOCENTES

Una de las paradojas que plantea la relatividad del volumen se muestra con el número de ocupantes de los coches. En los actuales, tan modernos y aparentemente espaciosos ellos, mal caben cinco personas. Pero pocas décadas atrás podíamos viajar casi cómodamente el doble de personas en aquel milagro automovilístico llamado seiscientos. Seiscientos también se llama el número de minutos que lleva el Real Valladolid sin oler el aroma de la red y, de la misma forma, los ocupantes de las causas son muchos y viajan plácidamente. Diez horas consecutivas sin marcar, se dice pronto, que son el corolario desesperante de un equipo que cae en picado hacia un objetivo -la permanencia- conseguido mucho tiempo atrás.