El jabalí tiene más alta la
cabeza que el culo. El cerdo doméstico, por el contrario, levanta más los
cuartos traseros que los delanteros. Al fin y al cabo la evolución de este
último ha venido impuesta por el precio que toma cada una de sus partes, todas aprovechables,
en los mercados. El jabalí es un animal
sociable, no entiende de fronteras, aprovecha la noche para desplazarse y
siempre lo hace en grupos en los que la hembra de mayor edad y tamaño marca la
pauta. A su primo suido, el cerdo doméstico, se le ha ido arrinconando en
espacios cada vez más reducidos donde pelea por un centímetro cuadrado con
decenas de hermanos, tiene la comida asegurada, pero aun así, es capaz de
atacar al resto por ser el primero en llegar a la tolva.