Nada ha cambiado desde ayer, simplemente queda un día
menos para no se sabe qué. Pero la crisis oficialmente ha terminado. Usted,
pardillo, aún no se ha dado cuenta porque no tiene estudios en Cambridge, pero
si Emilio Botín o César Alierta, que ellos sí saben de lo que hablan, lo
anuncian a los cuatro vientos ¿qué razones quedan para dudar? Piénselo, no se
deje abatir por el clima de pesimismo. No permita que los agoreros le engañen,
la crisis ha terminado, extienda el mensaje en su círculo más íntimo. Comuníqueselo,
por ejemplo, a su hija, sí, a la mayor, la ingeniera que trabaja en Birminghan
en una hamburguesería. Seguro que cuando esta tarde le vea sonreír a través del
Skype se va a llevar un alegrón.