jueves, 17 de diciembre de 2015

CUANDO NOS DUELE LA BARRIGA

Las elecciones vienen a ser como la aplicación de la medicina preventiva. Cada cuatro años se realiza una revisión completa, una especie de análisis de sangre, de orina y demás para saber en qué situación se encuentra el cuerpo y, llegado el caso, qué medicina se le prescribe. De estas que se celebrarán el próximo domingo, las dudas que surgen se refieren tan solo a qué tipo de mal se padece y qué solución se aplicará: nadie duda que alguna enfermedad existe. Hasta el partido en el gobierno, que de natural tiende a exponer las virtudes de su logro, no habla de la salud del paciente, sino que reconoce la enfermedad de este cuando se refiere, a secas, a la recuperación que parece apuntar. No digamos para el resto, para los que han pasado años postulándose, la enfermedad era grave y ha empeorado.