Un
paisano se encuentra perdido en el aeropuerto de Londres. Había tenido que
acudir a la capital del Reino Unido debido al fallecimiento de un familiar.
Consigue encontrar la salida y monta en un taxi. Ya dentro del coche, saca una
hoja del bolsillo de su chaqueta y con un tono elevado silabea dirigiéndose al
conductor: 'TRA-FAL-GAR-ES-CUA-RE'. El taxista, con el mismo tono y el mismo
ritmo, le responde: «allá vamos». Durante el trayecto, el paisano va soltando
la lengua y cuenta al taxista la razón de su viaje. Que si ha muerto el hijo de
una prima carnal viuda, que si he tenido que sacar el billete de un día para
otro, que si estuve a punto de no llegar a tiempo porque me perdí en
Valladolid. El conductor, insisto, todo a voz en grito y con una estruendoso
silencio entre sílaba y sílaba, pregunta ¿de dónde es usted? y se produce el
siguiente dialogo:
-De Peñafiel, ¿y usted?
-De Madrigal de las Altas Torres. ¿Lo conoce?
-Claro... pero, ahora que lo pienso, si los dos somos españoles
¿qué hacemos hablando en inglés?