jueves, 28 de febrero de 2013

ERRAR ACERTANDO, ACERTAR ERRANDO

Siglos de evolución han servido para que hayamos aprendido a leer en la mirada, en el movimiento… y a partir de ahí podamos obtener conclusiones que a veces confirman, y otras tantas desmienten, lo que nuestro interlocutor pudiera estar diciendo. Es otro lenguaje, el corporal, que, además, enriquece con matices al verbal, matices que aportan información y sensación. Incluso existe un área del conocimiento, la kinésica, que tiene por objeto el estudio de este lenguaje no verbal. Los tiempos actuales han traído nuevas formas de comunicación que tienen también un lenguaje directo y uno interpretativo. Un segundo lenguaje que ha desnudado al diputado Toni Cantó porque, más allá de la certeza o falsedad de los datos que aportó, queda la urgencia y la saña con que lo hizo: la prisa por exponer unos números que confirmaban sus prejuicios sin detenerse, siquiera, a contrastarlos  y la reiteración de tuits que abundaban en la misma tesis.