Hace tiempo, en medio de una conversación que brotó de
improviso, una persona algo más joven que yo comentó que en la vida aspiraba a
ser independiente. Quise entender, pero me costó. Yo me conformo, respondí dejando
caer una sonrisa, con ser interdependiente. Supongo que hablábamos en planos
paralelos, es de suponer que mi interlocutor pretendía una independencia
económica que le permitiese interiorizar que todo lo que tenía le correspondía
gracias a su mérito, yo me limitaba a reconocer que me han ayudado en diversos
terrenos y pretendía, en una u otra medida, devolver tanto apoyo.
Pero nunca será posible ser independiente ni aportar tanto como -la mayoría- recibimos. ¿Cómo, si no, se puede pagar la vida de Daniel Gullón Varas, el brigadista víctima del fuego en Ferreruela de Tábara?