Algún hecho, traza de hecho, expectativa de hecho, amenaza
de hecho o veleidad de hecho polémico debe andar agitándose en el tintero
patrio. Soy así de perspicaz, lo intuyo, me lo huelo. De lo contrario, ¿de qué,
si no existiera un magma retemblando bajo nuestros pies, me iba a topar en
redes sociales, en mensajes de correo, en conversaciones de bar, con la misma
frase, matiz arriba, coma abajo, repetida una y otra vez, expuesta por activa,
pasiva y parasintética? Es de locos, leo
y releo, gastar dinero en decir a unos españoles lo que otros españoles andan
diciendo. Vaya, que algún compatriota intermediario ejerce el fino oficio de
aguzar la oreja cuando un segundo compatriota pega la hebra, tomar nota de lo
que escucha y trasladarlo a un tercero que apunta lo dicho. Ciertamente, de
locos.