martes, 16 de agosto de 2022

DEMASIADO FRÁGIL

En cualquier plaza, una criatura se acerca a otra que está sentada en el suelo jugando con sus muñecos de superhéroes. La recién llegada, con cierta timidez, pregunta, “¿puedo jugar contigo?”. “No –responde tajante la otra –“. Sorprendido tras la negativa, la que permanece de pie repite la frase que con frecuencia escucha en clase, que tal vez ha oído en casa, que probablemente se la hayan dicho en alguna situación similar en la que desempeñaba el rol opuesto, “tenemos que compartir”.

Conoce la teoría, como su interlocutor, como el resto de la chavalería, pero solo la plantea en el momento que le beneficia.