jueves, 28 de marzo de 2013

PONS SE VA DE BARETA

Es más fácil sobresaltarse cuando un toro empitona a un torero que cuando es este el que alancea al animal. Es más fácil porque no exige ningún esfuerzo entender el sufrimiento de quien padece como tú, sin embargo, comprender el dolor del que es diferente obliga a salir de nuestro instinto para acercarnos a su realidad. De esta manera, para disfrutar de una corrida de toros hay que olvidar la situación en la que se encuentra el animal, porque quien empatiza con el dolor del toro desangrado no puede sentir aprecio por la persona que le ha puesto en ese trance.