lunes, 21 de septiembre de 2009

CON DIEGO EN ZARA...GOZAMOS

Allá por 2009, Diego Costa jugaba en el Valladolid. Ahora le llama Del Bosque para la selección, ahora lleva un temporadón en el Atleti, ahora le descubren en la capital del reino (el único lugar del mundo según ellos) pero en octubre de ese año se publicó lo siguiente....

La eterna maldición que recae sobre los equipos pobres consiste en no tener tiempo para saborear las delicias. Apenas un jugador destaca, compra el billete para viajar a otros lares de más postín. La bendición, rara avis, se asienta en la capacidad de las directivas para convertir en oportunidad esta desgracia.
Ayer en la Romareda, mientras ningún aficionado vallisoletano echaba de menos a Sergio Asenjo, Diego Costa nos regaló, amén de entrega y buen juego, tres puntos. Los que se rasgaban las vestiduras por la pérdida del cancerbero palentino tienen su réplica: en un mercado tan distorsionado como el futbolístico es posible encontrar respuesta a las necesidades cuando se tiene claridad para conocer las propias carencias y talento para soslayarlas. Supongo que el brasileño caminará por la misma senda maldita y será flor de un día en Zorrilla, razón de más para disfrutar con su juego y valorar la insistencia del club en traerle, lo que manifiesta el buen hacer de la dirección deportiva pucelana.