sábado, 6 de abril de 2019

EL PRIMER DÍA

Foto "El Norte"
Enseguida tuvimos claro que a Carlitos no le seducía la idea pasar no sé cuántas horas en la escuela. Algo intuimos cuando sus voces y llantos llegaron antes que él al aula de los parvulitos. Desde luego no pensábamos que la entrada iba a tener tal acompañamiento sonoro cuando la maestra nos comentó que esa mañana habría de llegar un alumno nuevo. Doña Engracia tampoco esperaba la escena porque no nos advirtió de tal posibilidad, se limitó, sin más, a pedirnos cierta cordialidad ya que el muchacho, además de nuevo en la escuela, era un recién llegado, acababa de cambiar el pueblo de al lado por el nuestro. La maestra, tan sorprendida como nosotros, se acercó a la puerta para comprobar lo que ocurría al otro lado y ayudar a la madre del chico en el duro proceso de introducir a Carlitos en el aula. Ambas mujeres le tuvieron que llevar arrastras todo lo largo que era el pasillo y, además, desengancharle las manos que se agarraban a la puerta como si fuera su última esperanza de permanecer vivo.