domingo, 14 de noviembre de 2021

SUFRIR POR TRADICIÓN, AUNQUE NO TOQUE

Concluye el partido. Un tres campea en el espacio del marcador asignado para anotar los goles locales. El del contrario no se movió en toda la tarde. Me encamino al ordenador, este espacio, aún hueco, me espera. Pese al resultado, el juego del Pucela no había alentado mi sosiego; más al contrario, fruncí el ceño alguna que otra vez. Una pregunta retórica, «¿y por dónde arranco?», toma volumen –soy así, hablo, busco complicidades, sonrisas compartidas– mientras paso al lado de un compañero. «Pues por la felicidad –me responde–, Carpanta celebra cuando hay pollo en casa». Mi ademán espontáneo mostró alegría.