jueves, 20 de septiembre de 2018

TÚ, TÚ, TÚ Y TÚ, A LA VIÑA

Imagen tomada de elindependiente.com
No se me ocurre chantaje más cruel. ¿Quieres comer? ¿Quieres que tus hijos coman? Mata o ayúdanos a matar. Dicho más finamente: haz lo que te mandemos y mira para otro lado.  En el fondo, quien eso plantea se maneja con las mismas claves que un secuestrador. En el otro lado de la línea, la docilidad se impone. ¿Quién puede reprocharle a alguien que vaya cada mañana al tajo a fabricar corbetas aun sabiendo que cada euro ingresado no es más que la compensación indulgente del matón al que le afilas la navaja? Una sumisión que siempre encuentra subterfugios para justificarse. Si no lo hago yo, lo hará otro, nada cambiará.