jueves, 14 de mayo de 2015

EL ECOSISTEMA

Las estructuras de cualquier organización, bien social, bien institucional, envejecen aquejadas de enfermedades procedentes de los humanos que las forman. Quizá, la peor de ellas sea el miedo a romper con las inercias que, de forma paulatina pero inexorable, se van adueñando de los ritmos de dichas organizaciones. Se van creando estructuras que, a la par que se anquilosan, generan anticuerpos para defenderse de cualquier vestigio de ataque al statu quo.  Al final, las secuencias se repiten día tras día, año tras año, legislatura tras legislatura y se van generando unos ecosistemas en los que solo son capaces de sobrevivir (y no digamos sobresalir) quienes son capaces de adaptarse a ellos.