miércoles, 26 de octubre de 2005

LA CENA DE LA ETERNA JUVENTUD

Hay días que merecen la pena. Escribo con las ojeras de una trasnochada cada vez más infrecuente y una sonrisa resabiada de nostalgia y de ilusión. Casi cien personas, cien locuras. Alguno ha traspasado el Rubicón de los cuarenta, otros no llegan al peldaño de los veinte. Risas, alegría, abrazos...encuentro. Semblanza de una excepción. Tres lustros de reivindicación en un mismo mantel: la historia de Alternativa Universitaria.

En ésta época de crisis del asociacionismo, más aún del que enraíza su referente en la utopía, la salud de A.U. es un fenómeno sociológicamente inaudito. Si además se trata de un colectivo juvenil –quince años son ocho generaciones distintas y enlazadas- sólo hay una explicación:  han encontrado un bote con el bálsamo de Fierabrás.

En A.U. la juventud no es un ave de paso, ni un resabio cínico de la adolescencia. Es un manera de afrontar la vida, una propuesta insolente en pro de una universidad pública, abierta e inmersa en la sociedad de la que forma parte; de una universidad encaminada a preparar personas con capacidad crítica y que apoye a los grupos sociales que sufren exclusión. Para la memoria colectiva quedan aquellos acuerdos del claustro universitario apoyando a los insumisos o a los homosexuales. 

Un centro de información por el que han pasado miles de alumnos, movilizaciones contra la subida de tasas, contra las lous o los informes bricall que atacaban a la esencia de universidad pública, contra los que aprovecharon su cargo para falsificar las notas hasta que fueron condenados por ello ¿verdad señor Aroca? En la calle y en el despacho. Horas y horas de trabajo sin perder la sonrisa. Horas de un día, de un año y otro....

Los libros de historia están atestados de reyes y reyezuelos, de caciques y fotos de palacio pero los grandes cambios políticos y sociales despuntaron del esfuerzo originario de unos pocos que supieron que organizados podían más.

Entre el desdén de quienes viven en un mundo del que nada se cuestionan, el posibilismo de los que se preguntan los por qués, habita el entusiasmo de una asociación juvenil que sueña el mundo que no es y se lanza a la aventura de conquistarle preguntándose “¿por qué no?”. Se llama Alternativa Universitaria y tiene las puertas abiertas.