lunes, 17 de mayo de 2010

RABIA Y ESPERANZA



Los exámenes constan de pruebas con distinto rasero, unas sencillas que acercan al aprobado, otras complicadas que ponen en la senda del notable y alguna muy dura que reta a los aspirantes al sobresaliente. El Real Valladolid, tras dejar sin contestar las preguntas de su nivel, quiso aprobar solucionando un problema irresoluble para un alumno como él: vencer en el Nou Camp. Es más, incluso habiéndolo resuelto, el aprobado hubiera llegado porque el profesor, visto el bajo nivel del alumnado, levantó la mano. Salvarse con esos hipotéticos treinta y nueve puntos sería como aprobar por haber escrito el nombre sin faltas de ortografía.
El desarrollo de la temporada ha mitigado la rabia, no el dolor, que produce cualquier triste desenlace. Los ‘dies irae’ se han sucedido semana tras semana y, quien más, quien menos, lo ha ido asumiendo a lo largo del año. El fútbol no siempre premia lo que se hace bien pero castiga inexorablemente lo mal hecho. Y el listado de errores, desde abajo hasta arriba, da para un libro de texto. Si al menos sirviera para aprender…
Ahora viene lo duro, el viaje a la Segunda División sin fecha de regreso. En más de una ocasión he utilizado los símiles de la enfermedad y la muerte para relatar el deambular de nuestro Pucela. Olvídenlo. Ese juego metafórico tiene valor anual y el fútbol se regenera. El Real Valladolid sigue vivo, más abajo, pero vivo. Muchos equipos, tras sufrir un varapalo resurgieron con más fuerza. A veces, obligados por las circunstancias, recurrieron a la cantera y consolidaron las bases que asentaron la institución. Este es el momento. Los golpes, si no matan y se tiene modestia suficiente para reconocer los propios errores, sirven para aprender.
Hoy, eso sí, Valladolid parece algo más pequeña, camina tímida y cabizbaja, pero si somos, como decimos, una ciudad de primera deberemos arrastrar al equipo al lugar que le corresponde. El año que viene hablamos.
P.D. Dicen que hoy es el día de internet, un medio que supone una gran oportunidad para muchos pero, ay, que muestra a las claras el mundo en el que vivimos. Internet es un reflejo y la brecha digital muestra a las claras el mundo en que vivimos. Internet sirve para unir…pero también muestra lo que nos separa. Ese es el reto de una generación que debe tomar protagonismo.