jueves, 20 de febrero de 2014

PALABRAS TRANSGÉNICAS

Dijo que libraría al pueblo de las ratas a cambio de un pequeño botín y los aldeanos, hartos, pero sin saber qué hacer para acabar con la plaga, aceptaron la propuesta. El flautista, del que bien poco sabían en el pueblo, hizo sonar su instrumento con tal virtuosismo que consiguió que las ratas le siguieran y acabaran ahogadas en el río. Imagino que su flauta emitiría unos sonidos tan bellos como para embelesar hasta los seres más abyectos pero que, en cambio, la melodía no podía estar acompañada de letra alguna, es imposible, ya sabemos, soplar y sorber todo a la vez. Los patrones del pueblo resolvieron no pagar lo acordado y nuestro flautista decidió vengarse. Estando los mayores en alguna de sus misas, el músico tomó de nuevo la flauta y de esta brotaron hermosos acordes que obnubilaron los sentidos de los incautos niños. Le siguieron hasta una covacha donde les encerró. Según unos, algún niño rezagado alertó a los adultos; según otros, el flautista consiguió su propósito ya que los aldeanos pagaron la recompensa y más en concepto de rescate. Cuentan también que, siempre que hay tajada nunca falta quien se apunte, algún lugareño colaboró en la urdimbre del plan.
La historia la conocemos, sucedió en Hamelin, pero se repite con demasiada frecuencia, más ahora que con la crisis nada parece que vaya a ser como antes, pero aún no sabemos cómo será. En este río revuelto surge una iniciativa, tan aparentemente nueva como los acordes del flautista, que castellaniza el efectivo ‘yes we can’ de Obama. Dice que ahuyentará a las ratas que infectan nuestro país. No lo sé, no voy a jugar a adivino, sí sé que hay algo que me preocupa: el uso de transgénicos en su lenguaje. Las palabras, como las semillas modificadas genéticamente, pueden incrementar la producción inmediata. Pero un análisis más exhaustivo nos debe poner en alerta, ese aumento de la cosecha genera servidumbres que terminarían por arruinar al que las usa, entre otras, que las semillas tienen patente y el agricultor queda a merced de los dueños de estas. Palabras de los promotores de ‘Podemos’ como ‘no somos ni de derechas, ni de izquierdas’ son semillas que pueden agrandar las cosechas de votos, pero que ya están patentadas y sus dueños sabrán, en un futuro, cobrar por ello. Son palabras que parecen inocentes pero sus padres no lo son. Fueron pronunciadas por Primo de Rivera en el discurso fundacional de la Falange: ‘El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas’. Cuidado con esa música.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 20-02-2014 *

* El artículo que aparece en el periódico está ligeramente reducido por motivos de espacio

7 comentarios:

  1. Son acomplejados o deshonestos, sino no se entiende.

    En una versión de El Flautista de Hammelin ratas y flautista viajan juntos de pueblo en pueblo y están compinchados.

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  2. Aclaración al respecto. http://iniciativadebate.org/2014/02/06/el-secreto-de-pablo-iglesias/

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  3. Hay que ser muy cuentista para tratar de desprestigiar una iniciativa con un cuento. Muy buena, me he echado unas risas.

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  4. Podemos no solo nunca ha dicho q no sea ni de derechas ni de izquierdas sino q ademas , sus actuales portavoces, han recriminado multiples veces la ingenuidad del 15M por acuñar esa frase , que es realmente de donde viene , (amigo el articulo es muy bonito pero hay q estudiar un poco mas ),

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  5. Estimado Javier, estaba pensando enlazarte varias webs en la que se dice explícitamente, estaba pensando explicarte cómo lo que defiende podemos muestra a las claras que su propuesta (al menos la actual) parte de ese postulado, pero he decidido no hacerlo para que sigas luciendo ese traje de soberbia. Rebate todo lo que te dé la gana, debate todo lo que te parezca, pero no pongas en duda el trabajo de gente a la que no conoces. Sin acritud.

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    1. ¡Olé! Joaquín. No se me ocurre una respuesta más adecuada.

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  6. Excelente articulo Joaquin, has tocado un punto clave del discurso podemista, su presunto "apoliticismo" su falso discurso de que “no es de derechas ni de izquierdas”. Nos intentara marear la perdiz ante las cada vez más y más críticas que le llegaran desde la izquierda, pero el fondo de su discurso no se modificara .Discurso que carga y que esconde el propio discurso de la derecha pura y dura, la negación de la lucha de clases y la sangrante realidad de la clase trabajadora explotada y degradada para la eternidad por la burguesía como clase dominante. Con sus pueriles argumentos de que esos conceptos “ya no se llevan” como si la política seria un producto de consumo sujeto a las modas del consumismo pretende simplemente confundir y engañar .Personalmente no tengo contra todo aquel que lucha contra este Régimen, aunque no esté en mi oda política, pero quien utiliza la mentira y la confusión en esta labor, no me simpatiza nada, desconfió, pues parece que esconde algo.

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