jueves, 12 de noviembre de 2015

MORDIDAS

Pasqual Maragall
Curioso, allá por febrero de 2005, el que era entonces presidente de la ‘Generalitat’ catalana Pasqual Maragall, se sintió acorralado dialécticamente por el que, también entonces, era el portavoz de CIU en el Parlamento. El postulante zahería con su verborrea incansable. El presidente respiraba hondo, hasta que no pudo más. Tomó el micrófono y allí, en sede parlamentaria, le espetó al rival: “Ustedes tienen un problema y ese problema se llama tres por ciento”. Mas, tan ofendido como aquel que oye esa verdad ingrata que –aunque se sepa- no se quiere oír, se revolvió poco menos que llamando tarado a Maragall. Febrero de 2005, recuerdo. Aquella forma de hacer las cosas, común a diversos gobernantes en todos los puntos cardinales del territorio español, sin estar demostrada, se conocía. Sin embargo, en aquel mes, el CIS constataba que un 0,5% de los encuestados (uno de cada doscientos) consideraban la corrupción como uno de los tres problemas más graves que tenía España.