jueves, 6 de octubre de 2016

EL FACTOR HUMANO


Parece ser, así es la información que se transmite; así, el nudo de cualquier conversación sobre el asunto, que las organizaciones políticas son entes homogéneos, maquinarias puestas a disposición de un objetivo. Todo lo más, cuando la maquinaria gripa, somos capaces de vislumbrar una especie de mitosis de la que surgen dos mecanismos (igualmente homogéneos que la célula madre). A veces, sin embargo, ¡vaya usted a saber!, todo es más simple o más complejo: estas organizaciones caminan por el sendero que marca el factor humano de sus componentes y los seísmos internos se producen cuando los culos temen que las sillas se escapen.

Los odios y las ambiciones personales pueden más que las razones. Pedro Sánchez accedió a la secretaría general del PSOE no por ser sino por no ser. La balanza del voto se inclina con más frecuencia hacia el lado que evita lo que no deseo que para el que se produzca lo que quiero. No es nuevo, en su día, el mérito del propio Zapatero fue no ser José Bono, Matilde Fernández o, por supuesto, Rosa Díez.