jueves, 27 de noviembre de 2014

DOS FOTOS, DOS LÁGRIMAS

Viene al caso recordar aquella frase que pronunciara Winston Churchill en la Cámara de los Comunes: “La democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las otras formas que han sido probadas de vez en cuando”. No es mi intención refutarla entre otras cosas porque el propio concepto de democracia nunca terminó de ser bien definido y cada día es más vaporoso. Su nombre, antaño evocador, se ha convertido en un mantra que se arroja al que piensa diferente, una piedra que se lanza para justificar una cosa y la contraria, un señuelo para expoliar manu militari a países que nunca salieron de la batalla mejor de lo que la empezaron. La cita me viene a cuento por dos imágenes que se han entrecruzado, por dos fotografías alegóricas de una España formalmente democrática pero que se cae en pedazos, por dos llantos diferentes cuyas lágrimas alimentan el mismo río: las de Carmen Martínez Ayuso, la mujer vallecana de 85 años que ha sido desahuciada viendo su casa, y en ella su vida, por última vez y las de los trabajadores de Campofrío en Burgos sintiendo el riesgo de que esa columna de humo fuese a resultas de un fuego que estaba arrasando su futuro.