jueves, 4 de mayo de 2017

LA PLAYA SUCIA

Imagen tomada de compromisorse.com
La realidad política actual se parece demasiado a una playa después de haber sufrido un temporal. Pasada la tempestad, llega una calma que nos muestra un manto de basura recubriendo la superficie arenosa. La inmundicia que ahora aparece en la playa, claro está, no se la ha inventado el mar, el temporal simplemente saca a la luz un pequeño catálogo de todo aquello que las aguas fueron tragando. El paisaje que se abre ante nuestros ojos es desolador: el mar, de golpe, nos ha devuelto en forma de vómito una pequeña parte de todo aquello que ha deglutido en el periodo de calma anterior. Es entonces cuando surge la preocupación ante un problema que era el mismo poco antes pero que no veíamos o no queríamos ver.
La concatenación de casos de corrupción en esta playa ha generado un clima de desencanto hasta el punto de haber convertido este modo de latrocinio en la segunda causa de preocupación en la sociedad española. Intranquiliza ahora que parece imposible mirar hacia otro lado. Sin embargo, cuando el mar se estaba llenando de mierda, la preocupación no era tal.