domingo, 8 de mayo de 2011

La flor en el erial

Las estadísticas son una forma de engañar como cualquier otra, una forma de explicar lisa y cuadrada facetas que son ásperas y redondas. Sirve para ofrecer frías pistas pero estas, sin contexto ni sentimientos, tienen el mismo valor alimenticio que el agua hervida. Ayer, lo sabéis, falleció Severiano Ballesteros. Su palmarés es extenso pero hay algunos que le superan. Atendiendo a los datos, Seve pertenece al club de los grandes pero sin ser el más grande. Sin embargo lo es, lo sigue siendo, por impacto y talento, por el valor añadido que supone ser un pionero. Cualquier campo de tulipanes en Holanda puede ser hermoso pero no es comparable con la belleza de una flor que brota por generación espontánea en un erial, una flor que, con la ayuda del viento, tiene fuerza para hacer verdeguear un desierto.