lunes, 26 de septiembre de 2011

Los caminos a Rivilla

Terminar en medio del campo o en el pueblo que no era se fue convirtiendo en un tradición. No había año que atináramos con el camino que conducía a Rivilla de Barajas. No son más de ochenta las personas que viven allí habitualmente, pero conseguían convocar a miles de jóvenes (y no tanto) durante unos festejos que no se correspondían, por exceso, con el tamaño de este pueblo abulense.
La memoria me traiciona y no recuerdo bien si las fiestas se celebraban la última semana de julio o la primera de agosto pero se celebraban, y de qué manera. A este enclave morañego se accede (o se accedía), si se va desde cualquier pueblo de la ribera del Trabancos, por uno de los caminos de concentración que parten de la carretera que une la nacional Ávila-Salamanca con Fontiveros, la cuna del místico Juan de Yepes. Uno de los caminos, pero ¿cuál? Año tras años estábamos seguros de acertar, año tras año terminábamos en medio de una tierra recién segada o incordiando a una pareja que, al amparo de la luna, había aparcado buscando intimidad a un lado de una vía por la que nadie debería circular a esas horas.

martes, 20 de septiembre de 2011

EVA MORENO, JOAQUÍN ROBLEDO Y EL DUENDE ELÉCTRICO EN "COMIDA CON AMIGOS" EN EL ECLIPSE









Esta semana fueron tres los invitados a nuestro cocido, cocido divertido de verdad, porque hay mucho que aprender con mi musa de las ondas (y voz del autobús) Eva Moreno, mucho hay que debatir con ese sabio del futbol llamado Joaquín Robledo y mucho motivos hay para pasarlo bien con el Duende Eléctrico. Como para un libro. Impresionante y gracias.



domingo, 18 de septiembre de 2011

Miedo, mentira, prejuicio

El caballo se encabritó y tiró al suelo al jinete. A resultas del golpe, el joven se rompió ambas piernas. Su padre, ya anciano, maldecía su suerte. ¿Cómo iba a poder llevar a cabo la inminente cosecha si a él le faltaban las fuerzas y su único hijo estaba imposibilitado? Días después del accidente, el joven tuvo noticias de que su país había declarado la guerra al vecino y que, por edad, tendría que alistarse. Él, sin embargo, como consecuencia de las lesiones, esquivaría la muerte en el campo de batalla. Estando en casa celebrando su fortuna se le vino el tejado encima, falleciendo en ese mismo instante. Al poco se supo que los gobiernos en contienda habían firmado el armisticio antes del primer disparo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Palabra de Casandra

Las palabras siguen brotando de su boca aunque nadie la crea. Casandra es consciente de que el esfuerzo es inútil pero es más fuerte la necesidad de advertir que la consciencia de que, diga lo que diga, de nada servirá. Ella, hija de los reyes de Troya, supo antes que nadie la tragedia que se cernía sobre su reino, lo supo y lo dijo, pero nadie le creyó.
Antes, cuando era sacerdotisa de Apolo, el dios le concedió el don de la adivinación a cambio de su entrega carnal. Ella, la profetisa, el oráculo, era respetada por su pueblo hasta que negó su promesa y Apolo buscó venganza con la crueldad propia de quien es capaz de servirla en plato frío. Podría haber retirado el privilegio concedido, pero sería poco castigo. No, no le negaría el don pero desde ese momento nadie creería sus palabras así predijese la caída de Troya o su propia muerte.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Sostiene el Pucela

Pereira no cuenta, ni relata, ni dice. Pereira Sostiene. Un verbo que requiere firmeza. Cuando Pereira se enfrenta al juez, no se limita a expresar su visión de unos hechos ocurridos sino a defender una forma de actuar basada en unos principios que nunca antes había defendido porque nunca antes se encontró en esa tesitura. Para su defensa, Pereira necesita tiempo, no es posible sostener sin asentar los hechos en unos pilares firmes construidos con sensaciones, reflexiones y sentimientos. En el fútbol, al igual que en la economía, es fácil encontrar analistas que juzgan a posteriori, que hablan a cojón visto y decían saber que era macho, pero no hay tanta gente que sostenga. Djukic es uno de ellos. Sus principios parten del balón y quiere tenerlo. Viendo el desarrollo en el campo comprendemos que necesita tiempo para que el relato quede redondo. Falta ajustar las distancias entre las líneas, encontrar el modo de que Óscar adquiera mayor protagonismo en el juego; falta, sobre todo, vencer los instintos primarios que llevan a los defensas a alejar la pelota con premura en vez de guardarla con mimo y entregarla a quienes tienen capacidad para hacer daño con ella y a estos les falta ese punto de paciencia que permite buscar la mejor solución en vez de la primera. Faltan muchas cosas pero Djukic sostiene el estilo y, a la vez, es capaz de modificar algunos detalles para sorprender al rival: si en la primera parte la presión del Córdoba cercenó la salida del juego, en la segunda se introduce un tercer central, se libera a los laterales y de las botas de Tekio parte el centro que permite romper el partido. Poco antes, Peña, el otro lateral, había recibido un balón en fuera de juego.  

viernes, 2 de septiembre de 2011

JERIGONZA Y JORNADA

Parece que nunca falta un rebaño si hay un pastor con buenos altavoces. No había hecho sino terminar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y se nos ha venido encima la Jerigonza de Jose Mourinho (JJM). Del pontífice de los católicos conocemos su discreción cuando de encubrir se trata; del de los blancos,  batucada de esemeses y letra de jota castellana, que si que, que no que, no sabemos si le gustan los albaricoques pero le encanta el palique. El suyo o el de otros mientras él sea el centro. Silencio y ruido con el mismo propósito, responder solo ante Dios, pedir perdón solo a los madridistas, lejos de las leyes de los hombres. Son los primeros de la fila y hacen –pretenden hacer-  creer que allí en lo alto, donde solo ellos pueden encaramarse, se diluye el horizonte.  
Multitudes atentas a la música, pero ciegas ante la letra, siguen el toque de corneta. Se apela al mito, antes, eso sí, se mutila. Nos recuerdan al Cristo doliente mientras esconden -para que olvidemos-  al que entró en el templo expulsando de allí a los que se hacen publicidad y después desgravan. Al César lo que es del César. 
Bajan el volumen de los altavoces del estadio cuando el himno llega a esa parte que define al club como caballero del honor pero atruena en el momento que se llega por el verso del bélico adalid.
Cojitranca la esencia, afianzan su discurso con la verdad revelada, con verdades como puños. Voz atiplada el uno, puñetazo en la mesa el otro, utilizan el victimismo como factor aglutinante. Ellos, nosotros, sin nadie en el medio y si lo hay se le dispara para que no estorbe. 
El teólogo progresista de antaño mutado, metamorfosis por contacto con el poder, en guardián de las esencias. Primero como orfebre del discurso preconciliar de su antecesor, Penélope nocturna del sudario del Papa bueno, ahora con el atuendo de estrella pop. 
El entrenador, discípulo formal de Mussolini, no es más que la máscara que se ha creado. Hay quien dice que es muy bueno en su profesión, pero los excesos le pierden. No lo creo. A diferencia del dios de los católicos no es uno y trino, es uno y solamente uno. Tácticamente no es nada del otro mundo, quien le definió como Clemente con idiomas no sabía hasta que punto daba en la diana. Su virtud entra en el terreno de lo emocional, dirige guerreros, compra guerreros a precio de azafrán. Sus mayores éxitos no parten del fútbol sino de la aplicación en este de las enseñanzas de Sun Tzu, el arte de la guerra. Desgaste físico, dominio de los tiempos y los espacios, monopolio del discurso. 
El antes llamado Ratzinger vende parcelas en el cielo, el ahora idolatrado Jose marca la linde entre los madridistas y los pseudomadridistas y la frontera, faltaría más, es él.
No, nunca faltarán fieles que, donde debiera haber razón, pongan el sueño de un paraíso futuro en el que ateos y barcelonistas ardan hasta el confín de los tiempos. Gentes que dicen creer en Dios o defender los valores eternos del madridismo pero que siguen, sin más, los designios excesivamente humanos de sus líderes. Quienes jalean al entrenador olvidan la historia de su Madrid; quienes reciben con palmas de olivo a su Sumo Pontífice caen en el pecado de idolatría, al Señor tu Dios adorarás, solo a él darás culto. En el fondo los compadezco, no sabrán disfrutar del camino a Ítaca.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Septiembre: Garbanzos, colegio y liga

De la misma manera que al pasar bajo el quicio de la puerta de la casa de mis padres te invade el olor a cocido, al cruzar el límite de agosto huele a colegio, a fábrica y al tran tran de la liga de fútbol. Los niños, a estas alturas, ya tienen los libros preparados y su álbum de cromos a medio llenar, sin embargo los clubes aún andan peleando con el reloj para cerrar definitivamente sus plantillas y, en el caso del Pucela, con el calendario para cuadrar la presentación del equipo una vez que la liga ya ha arrancado. Pero, cosas de la zozobra que rodea al fútbol, la huelga de futbolistas de la primera jornada ha permitido que el Trofeo Ciudad de Valladolid haya sido el primer partido del Real Valladolid ante su afición. Escasa, dicho sea de paso, porque un partido amistoso es poco menos que metadona para quienes estamos acostumbrados a dosis de sustancias más potentes. Un trofeo guadianesco que ha vuelto a aparecer tras pasar un año bajo tierra y que, visto lo visto, se acomoda en otro momento -que quizá no hay-, o está condenado a la extinción.