martes, 2 de abril de 2019

EL CENTRO DEL CAMPO VACIADO

Foto El Norte
Aquel mundo empezó a morir cuando a mitad del siglo XVIII una serie de inventos tecnológicos modificaron las formas de producir y distribuir. Se puede decir que la máquina de vapor portaba en su seno nuevos modelos sociales y económicos. Pero no solo una vez, el ingenio de Watt, la capacidad de multiplicar la energía utilizable, fue el embrión que inexorablemente habría de generar una catarata de nuevos inventos que sucesivamente voltearían las dinámicas relacionales. O acentuarían las que se apuntaron tras la primera transformación: la economía deja de asentarse preponderantemente en la agricultura y se comienza a sustentar en la industria. Las ciudades son las nuevas tierras de promisión.