lunes, 23 de febrero de 2015

EL PUÑAL NO PARA

Duele ver fútbol cuando poco antes estabas enterrando a un amigo. Duele la vida, tantas veces caricia, cuando se convierte en puñal y no se detiene como debiera. La vida empuja, me siento y busco el enlace que me permita ver el partido. Duele la música de John Coltrane; mientras decimos adiós, suenan de fondo los sonidos de su saxofón, ahora resuenan y se me clavan como aguijones de avispa. La música que embriagaba a Miguel Ángel, el jazz, talento para crear, mucho trabajo para poder improvisar, no aparece en Tenerife. El Valladolid callaba, no emitía sonido alguno, parecía esperar un momento que estaba seguro que iba a llegar, pero los momentos no llegan si no se buscan. Una estupidez, una expulsión y cambió la partitura, pero el silencio no se rompió, los intérpretes no supieron qué hacer.